A partir de una investigación que comenzó en Buenos Aires, la Justicia de Rosario ordenó este miércoles unos diez allanamientos para esclarecer una estafa de más de dos millones y medio de dólares. La denuncia apunta a maniobras ilegales con criptomonedas y una aplicación móvil.
La unidad de Delitos Económicos de la Agencia de Criminalidad Organizada solicitó un operativo en el country Palos Verdes para recabar evidencia. En simultáneo, personal de las fuerzas de seguridad provinciales fue a inspeccionar un departamento céntrico y otros domicilios apuntados por el fiscal Mariano Ríos Artacho.
Integrantes del Grupo de Infantería de Respuesta Inmediata (Giri) se instalaron temprano sobre Paraguay al 100, donde los investigadores preparaban su ingreso a un edificio de la zona. El Ministerio Público de la Acusación (MPA) también pidió allanamientos en la zona oeste y en Montevideo al 2000, frente a los Tribunales provinciales.
Las víctimas de la estafa perdieron alrededor de 2.600.000 dólares debido al uso de una aplicación engañosa. El programa requería la compra de NFT y tenía una mecánica similar a la de los videojuegos de Pokémon.
La causa contra los dueños de Beast Masters se abrió el 7 diciembre de 2021 en Buenos Aires. Los investigadores detectaron que algunos sospechosos operaban en Rosario, de modo que la pesquisa pasó a manos del MPA.
¿Cómo funcionó Beast Masters y por qué denuncian estafas?
El lanzamiento de Beast Masters se anunció menos de un mes antes de la denuncia penal, cuando empezaron a promover la preventa de una criptomoneda llamada $MASTER. Apenas una semanas después del estreno, la empresa argumentó que sufrió un ataque a sus dispositivos y decidieron retirar los fondos para evitar la pérdida de liquidez.
El 2 de enero de 2022, la firma habilitó el trámite para las devoluciones y el reembolso de las inversiones. Diferentes usuarios pudieron recuperar dinero, pero fuentes consultadas por Canal 3 estiman que se mantuvo una pérdida final de 600.000 dólares estadounidenses.
La denuncia contra Beast Masters señala un tipo de estafa que se conoce como “rug pull”. En este caso, la Justicia dio con los sospechosos a partir de la información personal que inscribieron cuando pasaron los fondos a Binance. A partir de los reclamos, la empresa congeló las cuentas que habían abierto y desde entonces avanzó la pesquisa.