La investigación sobre el asesinato de un joven baleado en el centro de Rosario derivó este lunes en la prisión preventiva de las primeras dos personas detenidas por el caso. Una de ellas además fue imputada por la balacera contra Gabriel Sanabria. Según fuentes judiciales, la víctima del crimen pactó una cita por Whatsapp con la joven que preparó la emboscada en Dorrego y Tucumán.
El falso encuentro que concluyó con el asesinato de Ángel Ocampo (22) fue propuesto por Nadin Martínez. La fiscal Gisela Paolicelli planteó que la sospechosa le escribió al muchacho en connivencia con Sebastián Coronel (23), que hasta la semana anterior era el principal prófugo en la causa sobre el ataque al policía al que acribillaron la noche anterior al homicidio frente a la farmacia Embón.
La evidencia que el Ministerio Público de la Acusación (MPA) encontró en el celular de la joven indica que ella invitó a la víctima a pasar la noche juntos. En el cruce de mensajes, ambos acordaron que antes iban a salir con sus respectivos amigos. La funcionaria que investiga el caso aseguró que fue una “entrega” y agregó que había un tercer sospechoso en el Nissan Sentra que usaron los delincuentes.
Una de las primeras hipótesis que surgió tras el crimen de Ocampo es que tiene conexiones con el narcodelito. Paolicelli ratificó que esa línea sigue abierta porque todas las personas identificadas parecen estar vinculadas a la venta de drogas en Rosario.
“Ella pretendía que el homicidio se diera lejos de su casa para que no la vincularan”, explicó la fiscal sobre Martínez. Respecto de Coronel, confirmó que ya estaba “escondido” y se había ido de su casa cuando advirtió que estaba en la mira por la balacera contra Sanabria en Arijón al 400. De esta forma, considera que ambos son coautores del crimen perpetrado el sábado 28 de mayo en Dorrego y Tucumán.
El ataque a Gabriel Sanabria: “Una cuestión del momento”
Ocampo murió baleado a las 4.30 de la mañana en el centro rosarino. Veintiseis horas antes del asesinato, una persecución policial en la zona sur terminó con dos adolescentes detenidos por el ataque en el que un suboficial quedó al borde de la muerte. El nexo entre ambos episodios es Sebastián Antonio Coronel, que además está bajo sospecha como el dueño de las armas secuestradas.
Así como a su madre le dictaron prisión preventiva por encubrimiento de la tenencia del arsenal, al joven de 23 años lo imputaron como coautor del atentado contra Sanabria. El MPA sostiene que era una de las personas que iba en el Peugeot 206 robado al que los uniformados intentaban detener la madrugada del viernes 27 de mayo.
Pasados casi dos meses desde que internaron al efectivo herido, la investigación no permitió dar con plan alguno o preparación para el intento de homicidio. “Probablemente haya sido una cuestión del momento. Ellos eran perseguidos, estaban en un auto robado con chapa patente diferente y estaban cometiendo un delito”, comentó la fiscal de la causa.
En el teléfono secuestrado tras la muerte de Ocampo, Paolicelli encontró mensajes en los que Coronel reconoció su participación en el ataque contra el policía. Sin embargo, pocas horas después empezó a planificar el homicidio cometido en Dorregi y Tucumán.