La semana anterior, Gustavo Riveros fue asesinado por un grupo de delincuentes que quiso robarle el auto en la zona oeste de Rosario. Dos de los presuntos autores del crimen fueron detenidos y este lunes quedaron bajo prisión preventiva tras una audiencia en la que la Fiscalía ratificó la hipótesis de un intento de asalto como marco del homicidio.
Lautaro Ángel B. (18) y Matías Ismael G. (19) continuarán tras las rejas durante el plazo de ley por orden de la jueza Melania Carrara. Según el Ministerio Público de la Acusación (MPA), ambos formaron parte de la banda que asaltó de madrugada al dueño de un Peugeot 408 en el cruce de Gálvez y Liniers.
Según la teoría de los investigadores, Riveros fue interceptado a las 3 de la mañana del viernes 25 de noviembre a bordo de su auto. Al menos cuatro ladrones lo amenazaron con armas de fuego y le exigieron que se bajara, pero se resistió e intentó poner en marcha el vehículo para escapar de ellos.
Ante la acción del conductor, los delincuentes abrieron fuego y la víctima recibió dos disparos que terminaron con su vida en el lugar. Después de las detonaciones, decidieron darse a la fuga.
En cuanto a lo que pasó tras el robo fallido, el fiscal Adrián Spelta denunció que los maleantes descartaron dos pistolas sobre la calle Teniente Agneta y se alejaron hacia el oeste. Las armas calibre 45 y 9 milímetros fueron secuestradas luego del crimen para realizar peritajes vinculados a la causa.
En la ruta de escape, los delicuentes se cruzaron con agentes del Comando Radioeléctrico. A la altura de Rouillón y Gálvez, los uniformados capturaron a dos sospechosos.
Dos imputados ante un posible pedido de condena a prisión perpetua
Los primeros jóvenes detenidos por el asesinato de Riveros pueden llegar a recibir la pena de prisión perpetua. En la primera audiencia sobre el homicidio, el MPA los imputó como coautores de homicidio criminis causa.
Por otra parte, el fiscal Spelta señaló a los sospechosos como responsables de robo calificado por el uso de arma de fuego apta en grado de tentativa. Por otra parte, Matías G. fue acusado por la portación ilegal de una pistola Bersa calibre 9 milímetros antes y después del crimen.
