El número de personas fallecidas por la administración de fentanilo contaminado en Argentina se elevó a 38, según confirmó el Ministerio de Salud. Además, hay 60 pacientes con diagnóstico confirmado de infección bacteriana asociada a este medicamento, y otras 15 bajo observación. La sustancia, utilizada como analgésico en el ámbito clínico, fue producida por el laboratorio HLB Pharma Group y distribuida en diversos centros médicos del país.
Los estudios realizados por el Instituto Malbrán revelaron la presencia de dos tipos de bacterias en los frascos analizados: Klebsiella pneumoniae y Ralstonia pickettii. Se trata de microorganismos altamente peligrosos para personas inmunocomprometidas o en estado crítico, como la mayoría de los afectados. Las mismas bacterias también fueron detectadas en las muestras sanguíneas de algunos de los pacientes.

La investigación determinó que la contaminación se encuentra al menos en cinco lotes del fentanilo inyectable: 31202, 31245, 31246, 31247 y 31076. Estos lotes fueron distribuidos en hospitales y clínicas de ocho provincias, incluida la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con casos reportados en al menos doce establecimientos de salud, tanto públicos como privados.
El promedio de edad de las personas fallecidas es de 57 años y, en su mayoría, se trataba de varones internados previamente por otras afecciones. El tiempo estimado entre la aplicación del fármaco contaminado y el fallecimiento fue de 12 días, de acuerdo al relevamiento epidemiológico oficial.
Frente a esta situación, la ANMAT dispuso el retiro urgente de los lotes involucrados en todo el país, la inmovilización de productos aún en circulación y el bloqueo de nuevas partidas del mismo laboratorio. También se suspendió preventivamente la producción de HLB Pharma Group y su elaborador, Laboratorios Ramallo, hasta nuevo aviso.

En paralelo, la Justicia federal, a cargo del juez Ernesto Kreplak, ordenó allanamientos en las plantas productoras y en una droguería ubicada en Rosario, con el objetivo de identificar el origen de la contaminación y establecer las responsabilidades penales del caso. Los operativos incluyeron el secuestro de documentación, computadoras y muestras de producto.
El fentanilo en cuestión fue distribuido masivamente en el sistema de salud argentino y podría haber alcanzado a cientos de miles de ampollas. Esta situación generó una alerta sanitaria sin precedentes y puso en marcha una investigación que podría derivar en imputaciones por delitos contra la salud pública.
Según fuentes oficiales, el laboratorio HLB Pharma ya había recibido sanciones previas de la ANMAT por irregularidades en procesos de fabricación, rotulado y trazabilidad. Este nuevo episodio agrava el cuadro y renueva los cuestionamientos sobre los controles aplicados por las farmacéuticas nacionales. La prioridad actual es garantizar que ningún resto del medicamento contaminado permanezca en circulación.