Ángel Di María volvió a ser noticia en Rosario. El futbolista, campeón del mundo con la Selección Argentina, arribó a Funes este miércoles y su presencia desató una ola de rumores y entusiasmo en la comunidad canalla.
Aunque el motivo de su visita fue exclusivamente familiar, su cercanía física con el club que lo vio nacer futbolísticamente renovó las esperanzas de un posible regreso, luego de haber disputado su último partido por la Copa de Portugal con la camiseta del Benfica.

El rosarino fue visto acompañado por su esposa Jorgelina Cardoso y sus hijas en la zona de Funes Hills, donde suele instalarse cada vez que visita su ciudad natal. A pesar del bajo perfil que intentó mantener, su presencia no pasó desapercibida entre los vecinos ni entre los fanáticos del fútbol.
Desde el club de Arroyito, si bien no hubo declaraciones oficiales, crecen las expectativas respecto a que esta visita pueda ser la antesala del tan esperado regreso de Fideo a Central. La dirigencia auriazul aguarda con optimismo que el próximo viaje del jugador sea para volver a vestir la camiseta canalla.
El actual contrato de Di María con el Benfica termina en junio y, si bien aún no confirmó públicamente su futuro deportivo, desde hace tiempo se viene especulando con la posibilidad de que cierre su carrera profesional en Rosario Central, cumpliendo así con el deseo que ha manifestado en distintas oportunidades.
No obstante, su entorno aclaró que esta visita no está relacionada con negociaciones deportivas, sino con un compromiso familiar. Incluso, está previsto que el futbolista regrese en breve a Portugal para reincorporarse a los entrenamientos del Benfica, de cara al Mundial de Clubes 2025.

A pesar de ello, los hinchas se mantienen ilusionados. Las redes sociales se llenaron de mensajes esperanzadores y de videos que lo muestran llegando a su vivienda, alimentando el sueño de ver nuevamente al ídolo con la camiseta azul y amarilla. Además, el contexto de Central, que atraviesa un momento institucional estable, podría ser un factor clave para concretar el ansiado regreso.
Por ahora, solo queda esperar. La presencia del campeón del mundo en suelo rosarino bastó para reavivar el fuego de una ilusión que lleva años latente. Mientras tanto, la hinchada canalla seguirá atenta a cada movimiento del jugador, con la esperanza de que esta visita familiar sea solo el primer paso de su retorno definitivo.