El fin de semana de Carnaval se vio teñido de sangre con la muerte de siete personas. Se investiga una posible relación entre los casos.
A medida que fueron conociéndose los hechos comenzó a hablarse de un rebrote de violencia pese a que desde el Ministerio Público de la Acusación descartaron esta teoría. "No hablamos de un recrudecimiento. Si es una concentración de casos significativa", reconoció el fiscal de la Unidad de Homicidios Ademar Bianchini.
Respecto a las características de los hechos destacó que "la motivación no es personal, no son peleas entre vecinos, no es un arrebato personal del momento", por lo cual se tratarían de homicidios por encargo.
"Por algunas evidencias e informaciones trabajamos la hipótesis de que haya una conexión entre los casos", explicó.
En el mismo sentido detalló que "hay identidad de calibres en las armas utilizadas". "Analizamos esa circunstancia. Tratamos de determinar si es la misma arma nueve milímetros", concluyó.
Un hombre de 67 años, identificado como Horacio Pino, murió este martes luego de ser baleado el pasado viernes desde un automóvil en Nahuel Huapi al 4800, en la zona sudoeste.
Ese mismo día fue atacado un grupo de personas en Manantiales y 24 de Septiembre, del barrio Alvear, producto del cual fallecieron Emilse Sosa y Miguel Ángel Quintana.
Otras dos personas quedaron internadas en estado reservado y cinco más sufrieron heridas leves.
El sábado, alrededor de las 18.30, fueron asesinados a tiros en Isola al 300 bis Eduardo Cisneros y su pareja Gloria Larrea, cuando al menos dos sujetos en un automóvil marca Chevrolet les dispararon.
La otra víctima fatal del fin de semana largo fue un adolescente de 18 años identificado como Matías Leonel Gobernatore. El crimen ocurrió el sábado, alrededor de las 22, en Cereseto y avenida de Circunvalación, donde el joven fue baleado en el pecho mientras circulaba en moto por esa zona. El séptimo caso quedó en el fuero federal.