Luego del polémico operativo realizado este domingo por la mañana en Rouillón al 4300 en el que se denunció accionar ilegal por agentes de agentes policiales que irrumpieron en viviendas y detuvieron a 16 personas, el jefe de la Unidad Regional II, Marcelo Villanúa, salió en defensa de los efectivos que actuaron.
"Se trató de un procedimiento policial, si el personal se extralimitó está siendo investigado por al fiscalía", mencionó el comisario al ser consultado por la prensa sobre los detalles del procedimiento.
Aunque se limitó a argumentar de acuerdo a la información asentada en las actas que fueron redactadas por los propios policías que actuaron en el operativo, para Villanúa, el personal "fue victima de una turba que los rodeó y amenazó armas blancas y amenazas con objetos contundentes".
Sobre los detenidos, el comisario dijo que "muchos de los aprehendidos tenían antecedentes y uno en particular era requerido por la justicia desde 2012 en una causa por homicidio".
Ante la consulta sobre el elemento que derivó en la primera intervención, Villanúa aclaró que se trató por una comunicación de un vecino al 911. "Los vecinos requieren el auxilio y la salvaguarda del personal policial. Los agentes intervinieron por una llamada al 911" aclaró.