La muerte de un bebé de dos meses y medio que estaba institucionalizado por decisión de la Subsecretaría Provincial de la Niñez de Santa Fe derivó en una serie de planteos por parte de allegados a la familia, que cuestionaron la determinación de separarlo al igual que a sus cuatro hermanos.
"Ellos se llevaron a mi hijo y me lo devolvieron muerto, tapado con una sabanita como un perro", denunció Carina, madre del pequeño, que cargó contra Niñez: "De ellos no se puede esperar nada, si mis otros hijos a los que tenían se escaparon porque no estaban bien cuidados".
La referente barrial en la zona norte de Rosario, y delegada de Amsafé Rosario, Laura Castro, se sumó a las críticas al recordar que el bebé "fue separado a la semana de vida" de la madre. "No les importó que el recién nacido se encontraba en una incubadora y con esta medida la madre ni siquiera pudo amamantar al recién nacido", dijo.
La mujer cuestionó el abordaje de la Subsecretaría de Niñez provincial y agregó que junto a la familia requerirá una investigación de lo sucedido.
La directora Provincial de Niñez de Rosario, Claudia Aguilera, esgrimió otra versión al justificar la medida señalando que los hijos manifestaron "haber sido reiteradamente abusados dentro de su grupo familiar y la progenitora nunca pudo garantizar el cuidado ni les creyó a los niños".
Aguilera aseveró que el bebé sufría sífilis congénita, que había sido transmitida por la pareja de su madre, y falleció a causa de un "shock séptico" en el hospital de Niños Víctor J. Vilela, donde estaba internado por problemas respiratorios.
La funcionaria justificó la medida excepcional de apartamiento de los niños de su madre puesto que, enfatizó, "ninguno de ellos quiere verla".
Antes de la muerte del bebé, el caso de la familia toba cobró notoriedad cuando dos de los hermanos institucionalizados, de 13 y 11 años, se fugaron del hogar al que habían sido enviados en la localidad santafesina de Villa Constitución, dijeron fuentes del caso.
El fiscal rosarino Matías Edery explicó hoy en rueda de prensa que los chicos "se fugan el 24 de agosto y aparecen el 30 de septiembre" pero en ese período "hubo colaboración para su ocultación de su familia y personas del entorno, que colaboraron para que no las podamos encontrar".
(Télam)