Se amplió la acusación formal contra el sacerdote que trabajaba en el Cottolengo de Don Orione y se le revocó el beneficio de la prisión domiciliaria. Ahora deberá aguardar el proceso tras las rejas.
En la audiencia de revisión de la medida cautelar, la fiscal de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Nora Marull, presentó nueva evidencia contra Juan Aveiro, el sacerdote de 53 años apuntado por haber abusado sexualmente de jóvenes que estaban bajo su cuidado.
La nueva evidencia surgió a raíz de nuevos hechos que se sumaron a la causa, así como también de la reimputación de otros que ya estaban incorporados. "Se incorporó nueva prueba que en este caso que nos indica claramente la existencia de estos abusos, algunos con acceso carnal tanto anal como oral", indicó Marull.
Concretamente, la fiscal imputó a Aveiro por abuso sexual simple agravado por haber sido cometido por persona encargada de la guarda de la víctima, abuso sexual gravemente ultrajante agravado por haber sido cometido por persona encargada de la guarda de la víctima, y abuso sexual con acceso carnal.
Estos aberrantes hechos se cometieron a personas con diferentes grados de retrasos madurativos, quienes se encontraban bajo la guarda del imputado, miembro de la Comunidad Cottolengo Don Orione de la Localidad de General Lagos, en diversas oportunidad indeterminadas en el periodo 2015 y 2018.
La Jueza de Primera Instancia Dra. María Chiabrera aceptó la calificación dictada por la Fiscalía y dictó la prisión preventiva efectiva hasta la iniciación del juicio oral y público.
