Alimentos, bebidas y artículos de limpieza subieron 25% en el primer semestre, según relevaron los almaceneros locales, muy por encima de los datos difundidos por el Indec. Y los rosarinos reaccionaron a este salto profundizando el traspaso a marcas económicas, y modificando su dieta.
"En junio nosotros tuvimos una suba de precios en alimentos y bebidas del 7,5%, más de dos puntos por encima de lo que midió el Indec", manifestó Juan Milito, titular de la Unión de Almaceneros de Rosario, y agregó que los proveedores no paran de incrementarles los precios.
"Veníamos de subas en bebidas, la semana que viene aumenta 8% el café, y el aceite todos los días tiene un ajuste: ya acumula 45% desde el 20 de abril hasta ahora", reveló en diálogo con Vía Rosario.
Con semejantes incrementos, que se suman a los constantes mega tarifazos, no hay aumento salarial que alcance, y los cambios en los hábitos de consumo son palpables. Un informe de la consultora Kantar Worldpanel remarcó que Rosario es una de las ciudades en las que más han crecido las marcas "low cost", que se llevan $30 de cada $100 gastados.
Además, entre las que todavía están vigentes, creció la demanda de segundas y terceras marcas. Y esto se da en todas las clases sociales, no sólo en las bajas. "Antes una persona de clase media se gastaba $100 en un vino, y hoy no pasa de los $60 u $80. Ajusta el paladar a la realidad", se sinceró Milito.
También se registró una caída en la compra de gaseosas y modificaciones en las dietas. "Queso ya se compra poco, jamón también, porque son productos que subieron mucho. En cambio se ve que mucha gente los reemplazó por fideos, arroz y polenta, que no han tenido tanto incremento por ahora", explicó.