El gobernador Miguel Lifschitz trazó un balance positivo sobre los festejos organizados en Rosario por el Día de la Bandera y planteó que la detención del hombre que amenazó con un cuchillo a los locutores fue "un hecho aislado" que "no empañó para nada" la actividad.
Mientras se espera que la Justicia defina la situación procesal del cordobés de 64 años arrestado el último miércoles en el escenario frente al desfile, el mandatario minimizó el incidente y sostuvo que el protagonista era "una persona totalmente desequilibrada" en contraste con el "clima fantástico" que se vivió después del acto oficial.
"Hubo mucha gente que fue a manifestarse y lo hizo pacíficamente", recordó el ex intendente respecto de las marchas que realizaron tanto la Multisectorial contra los Tarifazos como los grupos que se oponen a la despenalización del aborto y los objetores de la tracción a sangre.
Frente a las críticas de algunos dirigentes de Cambiemos que justificaron por el hecho la ausencia del presidente Mauricio Macri, el titular de la Casa Gris respondió que el acusado "no hubiera podido llegar ni a 200 metros" del primer mandatario porque "la seguridad hubiera sido totalmente otra".
Más allá de esa nota polémica, Lifschitz destacó sobre el feriado en diálogo con LT8: "Nos marca un recomienzo del acto que nos gusta a los rosarinos". A esto agregó sobre los cambios de último momento que "cuando se hace un acto popular, no se pueden tener las mismas medidas extremas" que en el caso de una visita presidencial.