El debut de la Selección Argentina en el Mundial se vivió intensamente en Rosario, donde cientos de personas coparon los bares para verlo con amigos y familiares.
Desde temprano los rosarinos coparon los locales de Paseo Pellegrini, aprovechando que el encuentro se jugaba en horario de desayuno (comenzó a las 10).
Ya para las 9:30 la mayoría de ellos estaban llenos de gente apostada frente a pantallas gigantes y televisores, y provistos de camisetas, gorros y bufandas celestes y blancas.
Los presentes estallaron con cánticos con la salida del equipo a la cancha, pero que rápidamente se apagaron ante las dificultades que encontró el equipo argentino en el encuentro.
El gol de Agüero fue un gran desahogo, sin embargo el empate llegó demasiado pronto y evitó que se extendiera la algarabía. Y el penal errado por Messi desató la bronca y algún que otro insulto al aire.
Los bares y restaurantes elaboraron menús especiales para la ocasión, algunos a precios muy convenientes. El jueves será la revancha ante Croacia.
(Fotografías: Pablo Soria)