Newell's pudo cubrir las dos bajas que tuvo tras la finalización de la primera ronda del torneo y pese a que pidió un cupo extra por la lesión de Mauricio Tévez, todavía no está claro si lo usará. Es más, no sería extraño que la Lepra se haya retirado del mercado de pases.
Todo el mundo sabe que la economía leprosa pasa por un muy duro momento. La dirigencia anterior trajo jugadores por los que no pagó un centavo (Mugni, Formiliano, Formica) y otros por los que abonó muy pocas cuotas como Scocco. Encima tampoco potenció jugadores de inferiores como para generar ingresos a través de una venta.
La nueva comisión encabezada por Eduardo Bermúdez heredó muchísimas deudas, poca plata en caja y la obligación de enderezar el rumbo futbolístico para no pasar zozobra. Esto último se logró y ahora arrancó el campeonato económico. A esto lo forzaron también los jugadores, que tras cuatro meses sin cobrar, no fueron a entrenar.
Y es que el plantel veía como el club sumaba jugadores (Mansilla y San Román) pero ellos seguían sin ver un peso. El argumento de los dirigentes fue que Fútbol para Todos había congelado el reparto de dinero y acumuló una deuda de más de $7 millones con el club. Lo cierto es que tuvieron que apelar al ingenio para conseguir el dinero necesario para abonar dos meses y destrabar el conflicto.
Pero la otra medida adoptada por la comisión –en desacuerdo con Bermúdez-, fue la de frenar la incorporación de más jugadores. Por eso la llegada de Mauro Óbolo que parecía hecha, se terminó cayendo. Y por eso los ofrecimientos que le hicieron al club de Joaquín Larrivey y Agustín Vuletich seguirían el mismo camino.
La única posibilidad de que Newell's sume un atacante hoy parece reducirse a que Eugenio Isnaldo, que se quiere ir para jugar más, sea vendido en una suma que permita traer a algún delantero.