Las conclusiones de un informe sobre el presente en Vassalli, fabricante de cosechadoras de Firmat que vive una severa crisis de administración, fueron las detonantes de una asamblea que este viernes resolvió la toma de las dos plantas de la compañía por parte de los empleados.
La definición la tomaron los trabajadores luego de una deliberación de la que participó Pablo Cerra, asesor legal de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) en la que se dispuso un resguardo de los bienes por parte del personal, ante lo que consideraron como un vaciamiento en cubierto por parte de los actuales gerenciadores de la empresa: un grupo de concesionarios que se hicieron cargo del directorio.
Al parecer, los resultados del relevamiento encarado por la cartera de Industria de la Provincia, que comanda Emiliano Pietropaolo, dejaron expuesto los desmanejos administrativos, pero también la crítica situación de la fábrica en materia productiva, y que según adelantó Cerra a medios de Firmat, "los trabajadores no pueden permitir".
La toma de las plantas se resolvió desde el mediodía de este vienes y por tiempo indeterminado. Se aguardaba además, que en las próximas horas representantes de la UOM se reunieron con funcionarios del Ministerio de Trabajo de Santa Fe para evaluar los pasos a seguir.
En un video registrado por el sitio Firmat 24, se pudo ver cómo Cerra interpelaba al personal que en parte se mostraba apático respecto de la idea de tomar la fábrica, hecho que finalmente prosperó entre los trabajadores.
La situación en Vassalli es compleja desde hace meses. Durante el 2017 la empresa entró en un proceso preventivo de crisis que le impidió despedir personal, hecho que inicialmente pretendió hacer a partir de los primeros días de enero.
Las negociaciones entre la patronal, el gremio y la cartera laboral posibilitaron mantener la estructura de personal aunque empezaron a registrarse serias demoras en la liquidación de los salarios. Hace unos 15 días, se permitió que la Secretaría de Industria relevara el estado técnico y financiero de la firma, que ahora fue el detonante de la toma pacífica.
Si bien no hubo despidos en 2017, sí hubo un número minoritario de empleados que accedieron a retiros voluntarios. En las últimas horas, dicho personal apartado denunció que la empresa estaba incumpliendo los términos del acuerdo de pago que oportunamente habían consignado.