Un joven de 21 años que había sido detenido por golpear a su ex pareja durante un baile en Santa Fe recuperó su libertad luego de pagar una fianza real de un millón de pesos mediante el embargo de un inmueble.
La caución dispuesta por el juez Nicolás Falkenberg resolvió así en forma alternativa el pedido de prisión preventiva que había realizado la fiscal Yanina Tolosa tras imputar al presunto agresor por lesiones lesiones leves dolosas agravadas por el vínculo en situación de violencia de género.
El muchacho identificado por sus iniciales como E.M.C. había ofrecido 50 mil pesos a través de su defensor, pero el Ministerio Público de la Acusación (MPA) se opuso y recordó que la víctima además sufrió un robo a manos de otra mujer no identificada.
Según el relato de la Fiscalía, el acusado fue partícipe necesario cuando "sujetó de la cabeza y de los brazos" a la muchacha para que la sospechosa "la rasguñara y también la golpeara en el rostro", por lo que también se le atribuyeron los delitos de lesiones leves y robo simple en concurso real.
"Luego de agredirla físicamente, le sustrajo a la joven su cartera con documentos personales, la billetera con 600 pesos, un teléfono celular y las llaves de un automóvil propiedad de la madre", relató Tolosa sobre la agresora.
El robo fue el desenlace un ataque ocurrido durante la madrugada del lunes en el club Villa Dora, que los domingos a la noche funciona como local bailable en Ruperto Godoy al 1200. Sobre la secuencia, la encargada del caso explicó: "Alrededor de las 3 de la madrugada, el imputado agredió a su ex novia tirándole de los pelos, arrastrándola por el piso y con un golpe de puño en el ojo derecho".
Tras disponer la entrega de un botón de pánico a la víctima y solicitar la asistencia del área de Políticas de Género de Santo Tomé, la fiscal detalló respecto del acusado: "El padre deberá constituirse como guardador; el joven no podrá acercarse a mil metros de la víctima ni tener contacto con ella por ningún medio ni a través de otras personas".
Al muchacho también le prohibieron asistir al boliche, mientras que deberá acreditar ante la Justicia una serie de cursos y entrevistas acerca de violencia de género como parte de un tratamiento psicológico y psiquiátrico. "En caso que incumpla cualquiera de estas medidas, la Fiscalía podrá ejecutar el embargo y solicitar nuevamente la prisión preventiva", recordó Tolosa.