Una familia rosarina que se encuentra en México vive horas de enorme angustia al no conseguir que le autoricen el traslado en avión sanitario para uno de sus integrantes, quien sufrió un derrame cerebral al caerse en una bañera. "Mi papá tuvo un accidente, necesita con urgencia que lo trasladen a Argentina y el Estado nos abandonó por completo", dijo el hijo del hombre de 80 años que está internado.
Jorge Emilio Mastrantuoni, de 80 años, y su esposa Martha Amelia Daniel, de 79, viajaron a Cancún a fines de noviembre para visitar a unos amigos. A comienzos de diciembre, Jorge resbaló en una bañera y golpeó fuertemente su cabeza. En el hospital le diagnosticaron un derrame cerebral y debieron intervenirlo.
"Yo viajé la semana pasada para ver cómo estaba, y como en ese momento se encontraba estabilizado, los médicos nos sugirieron trasladarlo a Argentina porque después todo se podía complicar", dijo a Vía Rosario Jorge Luis Mastrantuoni, hijo del anciano.
Sin embargo a la hora de conseguir un avión sanitario para concretar el traslado se encontraron con innumerables obstáculos. "Primero tuve problemas Assist Card, que no quería cubrir el avión, una vez que conseguí uno a disposición, se negaban a aceptarlo porque decían que lo había llamado yo y no ellos. Por último, no me querían dar más asistencia", señaló.
Como las compañías de asistencia al viajero cubren hasta cierto monto, cada día que pasa sin resolverse la situación de fondo, es un día de gastos en el hospital, lo que implica menos posibilidades de poder costear un traslado o alguna otra operación. "Logré trasladarle mi seguro a mi papá, y con eso ganar unos días, pero cada vez tenemos menos tiempo y si esto no se soluciona nos vamos a quedar en la calle", dijo Jorge Luis.
Y es que pese a que Jorge Emilio ya podría respirar por sus propios medios, sigue entubado por si se concreta el viaje. Pero en caso de que para el lunes esto no se produzca, deberán realizarle una traqueotomía porque el tubo puede dañarle las cuerdas vocales. "Hace desde la semana pasada que me estoy contactando con Cancillería y el Consulado y no me dan ninguna respuesta. Después de todos los feriados, volví a insistir y no sólo no me ayudan con el avión sanitario, sino que ni siquiera se preocupan por ver cómo está mi papá", se indignó.
Jorge Luis apuntó que desde la Cancillería tampoco le brindaron asistencia jurídica para batallar contra la empresa de asistencia al viajero, e incluso él tuvo que correr con todos los gastos. "Por suerte unos amigos me ayudan pagando con tarjeta de crédito, y costeando mi viaje, pero esto no puede ser. Hasta le propuse al Estado hipotecar mi propiedad para que me den un crédito con el que financiar el avión, pero ni me respondieron", manifestó.
"No pretendo nada gratis, sólo poder llevar a mi papá al país. Si lo tenemos que operar de nuevo se nos irán u$s4.000 del seguro, que va bajando el monto disponible todo el tiempo. Cuando se acabe no sé qué vamos a hacer", cerró.