Tras el crimen de Marcela Díaz, de 33 años, ocurrido este domingo por la noche en Lejarza al 5600, se supo la víctima había realizado por lo menos cuatro denuncias por amenazas y había solicitado custodia policial, beneficio que no le fue otorgado.
La mujer estaba asediada por ser la hermana de Ariel "Tubi" Segovia, imputado por un crimen ocurrido en enero de 2017 y uno de los principales enemigos del clan Funes que perdió a uno de sus integrantes hace algunos días.
"Mi clienta no fue cuidada, desde el 3 de enero estuvo realizando denuncias por amenazas y desgraciadamente las intimidaciones se cumplieron", indicó Romina Bedetti, abogada de Marcela Díaz, en contacto con Canal 3.
"Marcela era una chica que no tenía nada que ver con el narcotráfico y estaba perseguida por ser la hermana de...", manifestó al asesora letrada.
Tras el crimen ocurrido este domingo pasadas las 21, la abogada solicitó a la Fiscalía custodia para ella y para la familia de la víctima. "Estamos solicitando que se proteja a la familia de Marcela y custodia para el único testigo presencial del asesinato que se encuentra internado en el HECA", sostuvo Bedetti.
Una versión, que todavía no había sido confirmada por el fiscal Ademar Bianchini a cargo de la investigación, indicaba que la pareja de Marcela, que resultó herido, pudo declarar y mencionó a Alan Funes como uno de los sujetos que dispararon desde el Volkswagen Suran que luego se dio a la fuga.