El dueño de la ex Mefro Wheels habla de "falta de confianza" en las terminales para comprar llantas argentinas

La empresa, que ahora se llama Cirubón Wheels no consigue volver a producir y hay temor de los trabajadores.

El dueño de la ex Mefro Wheels habla de "falta de confianza" en las terminales para comprar llantas argentinas
La ex Mefro Wheels no consigue retomar producción\u002E (Archivo)

La esperanza del personal cesanteado de Mefro Wheels, única fábrica de llantas en el país, que cerró en 2016 cuando la casa central alemana dejó de respaldar a la filial local, estaba intacta hace unos meses cuando se reabrió la planta ahora en manos de la familia Ciccarelli.

Lo cierto es que la preocupación volvió al establecimiento fabril de Ovidio Lagos al 4400 debido a que los nuevos dueños no consiguen generar contratos de provisión con las terminales automotrices y por lo tanto, no hay producción.

"No me conviene pelearme ahora con las terminales porque estamos intentando cerrar algunos acuerdos. Lo cierto es que la situación está difícil", se sinceró Ricardo Ciccarrelli, uno de los directivos de la autoestopista Cirubón, que con la adquisición de la ex Mefro crearon la sociedad Cirubón Wheels que absorbió a 20 trabajadores y había prometido sumar más personal apenas se retomara la producción de llantas de chapa.

Precisamente la demora en el reinicio de la fabricación preocupa a varios de los trabajadores que quedaron afuera de la planta cuando Mefro cesó operaciones y estaban entusiasmados con volver a sus puestos a partir de los nuevos administradores.

"La fábrica está 10 puntos, es hermosa y funcional. En eso estamos de acuerdo con todos los colaboradores que tenía Mefro. Ahora bien, ellos saben que dependemos de las terminales y en eso estamos. Estimo que habrá novedades la semana que viene", prometió Ciccarelli, en contacto con Vía Rosario.

Ahora bien, intentando determinar cuál es la causa que complica la reactivación, el empresario es claro: "Hay desconfianza en las automotrices debido a que piensan que se trata de una continuidad de las operaciones de Mefro. Todo lo contrario acá hay nuevos dueños, nueva sociedad y ganas de hacer las cosas bien. Mefro dejó una muy mala imagen".