El triunfo de Cambiemos en Santa Fe generó un cimbronazo en las estructura del Frente Progresista y motivó que el propio gobernador Lifschitz adelantara el domingo la posibilidad de cambios en su equipo de gobierno de cara a los dos años de gestión por delante.
A los dichos del mandatario santafesino se le sumaron este martes los argumentos del vicegobernador Carlos Fascendini y el ministro de Gobierno, Pablo Farías, quienes directamente pidieron a funcionarios radicales que no se sientan representados en el gobierno de Lifschitz den un paso al costado.
El mensaje fue recibido por referentes radicales, como el diputado provincial Julián Galdeano, quien directamente le pidió al gobernador que "sincere posiciones", algo que al parecer todavía es resistido por Lifschitz.
"No estoy apresurado, me parece que no es momento de pedir renuncias a nadie, sino de escuchar y de repensar una estrategia. Eso llegará al momento de ejecutar cambios que habrá que hacer", mencionó Lifschitz en diálogo con Radio 2.
El mandatario expresó que "obviamente que las cuestiones políticas pesan, pero no es hoy una prioridad".
En relación a los dichos de Fascendini y Farías, Lifschitz fue claro: "Creo que hay miradas personales o políticas. Nosotros somos un espacio muy plural y cada uno tiene su postura, no obstante, el gabinete de un gobernador lo define un gobernador. Yo evalúo las conveniencias y en el momento que yo creo indicado lo definiré"
En el armado de gobierno provincial Lifschitz designó oportunamente a los ministros Julio Schneider (Obras Públicas) y José Matozzo (Ciencia y Tecnología), que se inscriben dentro del grupo de radicales más vinculados a José Corral, que a su vez adhirió a la coalición de Cambiemos.