La región está muy insegura, con arrebatos a cualquier hora del día y lugar. Pero a los delincuente tradicionales se le sumó ahora Emo, un perro que la tiene con un almacén del que se roba todo tipo de alimentos. Eso sí, más tarde su dueño acude al local a saldar las deudas.
Emo es un boyero de Berna, muy popular en la localidad santafesina de Pueblo Esther. Todos los días acompaña a su dueño Juan a trabajar a un taller y luego a su casa. Y parece ser que a la salida le agarra hambre. Entonces se cruza al almacén, elige el paquete de comida y hasta bebida que le gusta y se lo lleva en su boca sin pagar ni pedir permiso.
Mary, la dueña del comercio, está tan acostumbrada que anota lo que el can "compra" para luego pasarle la cuenta a Juan, quien se hace cargo de los gastos de su mascota. "Ayer se llevó panes de hamburguesas y un jugo, y se fue a consumirlos a la plaza", dijo entre risas la comerciante a Canal 3.
Confesó que otras veces, cuando está más hambriento, se ha llevado una bolsa de alimento balanceado de un kilo y medio. "Es bastante atrevido, pero lo queremos y se porta bien", señaló y Mary y agregó que siempre más tarde aparece el dueño para pagar. "A veces la cuenta es bastante abultada", manifestó.