Pasadas las 12.30 llegó el cuerpo de Julieta Del Pino que fue liberado en las últimas horas luego de la autopsia al que fue sometido por decisión judicial. Desde temprano vecinos de Berabevú se acercaban a la sala velatoria del pueblo y más tarde todos se concentraron en la puerta de la capilla para el último adiós.
En medio de un silencio respetuoso, el féretro fue retirado de un utilitario en la entidad deportiva en la que se encontraban los padres de la joven. Así comenzó una despedida íntima que hacia la tarde derivó en un encuentro con buena parte de los habitantes para compartir la tristeza frente al femicidio.
Ante la conmoción por el primer asesinato de estas características en la localidad del departamento Caseros, muchas personas se acercaron a la puerta del lugar donde recibieron los restos de la joven a pesar del protocolo sanitario que restringe las visitas por el nuevo coronavirus. El grupo de asistentes fue mucho más grande a la hora de trasladarse hacia la plaza desde donde llevaron el cuerpo tras escuchar al sacerdote.
Julieta había desaparecido el viernes a última hora y presumen que la mataron esa misma noche. La policía encontró el cadáver en el patio trasero de la casa de Cristian R., único detenido que tiene la causa, un albañil que era compañero de trabajo del hermano de la víctima.