Las autoridades nacionales y provinciales insisten con la importancia de prevenir el contagio de coronavirus, y la obligatoriedad de realizar la cuarentena a quienes vienen de otros destinos. Sin embargo una rosarina que llegó al país desde Australia no fue controlada ni en Ezeiza ni en la Terminal de Ómnibus de Rosario.
"En Ezeiza no nos hicieron ningún control de nada, y nos dijeron que eso lo harían en Rosario, pero al llegar acá no había nadie del Ministerio de Salud o de Transporte", se sorprendió Ana Clara, y contó a Radio 2 que solo se encontraron con tres policías sin barbijo que les tomaron la temperatura con el termómetro común y con nulas medidas de higiene.
La razón que le esgrimieron para no hacerlo con el termómetro láser (el que tiene forma de pistola) es que el mismo está en una caja cerrada en la cual se rompió la cerradura. "Después me dijeron que me tomara un taxi para ir a mi casa a hacer la cuarentena", comentó, es decir que la obligaron a estar en contacto con alguien sin saber a ciencia cierta si podía o no estar infectada.
Algo peor, a un compañero suyo que reside en San Nicolás le dijeron que se tomara un colectivo de línea. Es decir que en la zona donde deberían extremar las medidas de cuidado como es en la terminal de colectivos local, parece reinar un absoluto descontrol.