Los seis hospitales y 50 centros de salud de los barrios se adaptaron en los últimos días para recepcionar a las personas con síntomas febriles y que no circulen por los mismos sectores que aquellas que no tienen temperatura.
Según informó la Secretaría de Salud Pública, ya se hicieron modificaciones edilicias en los hospitales Clemente Álvarez, Carrasco, Vilela, Alberdi, Roque Sáenz Peña, el Cemar y 25 centros de salud.
En dichos efectores, se logró separar la recepción de las guardias para pacientes febriles y no febriles, modificar la circulación de pacientes y personal, y minimizar el ingreso del público a los consultorios.
“Estas formas de organización las fuimos trabajando en conjunto con el Ministerio de Salud provincial y las instituciones privadas de salud, adecuándonos a los protocolos nacionales que atraviesan a todos los subsectores de salud”, sostuvo el secretario de Salud Pública, Leonardo Caruana.
En los centros de Salud municipales se resolvió diferenciar y restringir el ingreso a los consultorios y entrega de medicamentos en caso de pacientes febriles, para estos cuadros se asignó un consultorio cercano al ingreso, y se identificaron los recorridos internos con cintas en los pisos y vallas.
En las obras trabajó el personal de Arquitectura y Bioingeniería y los médicos infectólogos junto a los especialistas de Higiene y Seguridad aportaron lo suyo para la redacción de procedimientos y capacitación de personal en higiene hospitalaria para el servicio de vigilancia, operarios, técnicos y profesionales (propios y contratados).
“El bajo número de casos desde el inicio de la pandemia y el aislamiento obligatorio nos permitió el trabajo en distintos ejes sanitarios como la ampliación de camas generales, la ampliación de camas críticas, la creación de espacios de aislamientos no hospitalarios. También permitió la organización interna del trabajo en esta instancia de planificación”, cerró Caruana.