Concluida la autopsia del cuerpo de su hijo, Edgardo Orellano denunció este martes que su hijo Carlos "cayó al agua muerto" la semana pasada tras su desaparición del boliche Ming. El padre del joven de 23 años se mostró convencido de que su hijo fue asesinado y renovó sus críticas hacia la Fiscalía.
Frente al hermetismo de las autoridades como parte del trámite bajo el protocolo de Minnesota, el papá de la víctima aseguró que el cadáver "tenía muchos golpes en la cabeza, en los hombros y sangre en el pulmón".
La familia Orellano fue representada por la forense Virginia Creimer durante el examen que se llevó a cabo la noche anterior en el Instituto Médico Legal (IML) junto a otros profesionales del resto de las partes involucradas. "Le costó un montón porque en todo momento fue maltratada. Tuvo que trabajar en una situación casi imposible", aseguró el hombre que pide justicia por su hijo.
En diálogo con Radio 2, Orellano reconoció que todavía tienen algunas dudas sobre el escenario en el que Carlos cayó al Paraná. Sin embargo, fue contundente a la hora de apuntar contra patovicas del local y policías. En este sentido aseguró: "Esperaron que se vayan todos y después lo tiraron al agua".