Los abuelos suelen ser los familiares más "compinches" de los chicos, aquellos se desviven por mimarlos, entretenerlos y a veces malcriarlos un poco. Sin embargo este nono fue un poco más allá y apeló a todo su ingenio para sacarles una sonrisa a sus nietos.
Osvaldo, un abuelo canchero que se mueve con equipo de gimnasia, tuneó dos barriles metálicos y los unió a su bicicleta. De esta forma creó un trencito artesanal para pasear a los chicos, que usaron cascos para mayor seguridad.
La postal la registró un vecino de Venado Tuerto, al sur de Santa Fe, que no dudó en postular a Osvaldo al premio como "Mejor Abuelo del Año".