Los involucrados en el marco de la causa por facturas truchas se abstuvieron de declarar y seguirán detenidos, al menos por diez días más hasta que se resuelva su situación procesal. Dos de ellos adujeron problemas de salud para presentarse ante el juez.
Este jueves se llevó adelante la primera audiencia por el megaoperativo de Afip que incluyó 35 allanamientos en Rosario, por estafas al fisco del orden del $2.500 millones.
El fiscal explicó la dinámica de la banda, compuesta por más de 70 personas, que consistía en la de venta facturas apócrifas tanto manuales como electrónicas para terceros, ya sea empresas o contribuyentes interesados. El objetivo era evadir impuestos a través de créditos fiscales o gastos ficticios para bajar IVA o Ganancias.
Se comprobaron que se emitieron al menos 29 mil comprobantes electrónicos irregulares, y que 2.200 de los 6.500 "clientes" de la banda eran del Gran Rosario.
Para el juez federal N°3 Carlos Vera Barros los delitos cometidos acarrean penas mínimas de tres años y seis meses, en el caso de los integrantes de la asociación ilícita, y de cinco para los jefes. Todas son de cumplimiento efectivo.
Los cinco arrestados por el caso son: Marcelo Fabián Liporaci, de 50 años, Miguel Jorge Centeno, empleado de 65 años, María Cristina Octaviano, contadora, Lelio Omar Serafin, gestor automotor de 62 y Ricardo Cayetano Astudillo, comerciante de 47.
En el caso de Astudillo mantiene arresto domiciliario por problemas de salud, mientras que Octaviano no acudió a la audiencia por tener la presión alta. El resto se presentó y no declaró. Todos continuarán detenidos al menos por diez días más, hasta que se resuelva su situación procesal.
Mientras tanto continúa el peritaje del material secuestrado, que incluye cientos de celulares, computadoras, documentos impresos, facturación, balances, entre otros elementos.
La causa seguirá el lunes, pese a la feria judicial.