Una requisa en la Unidad Penitenciara N° 11 de Piñero fue una derivación de un cursioso caso con un preso que buscaba ser mudado de pabellón.
Según reportaron fuentes policiales, un detenido en el módulo C del pabellón 5 amenazaba con tragarse las balas de un cartucho calibre 9 milímetros. Si bien el hombre fue contenido por personal de seguridad y desistió de su actitud, luego declaró que ya había ingerido un proyectil.
De hecho fue trasladado al Hospital Provincial de Rosario donde a través de una placa constataron que la bala estaba en su estómago.
A partir de constatar que el preso tenía en su celda elementos prohibidos, tal el caso de un cargador y balas, una requisa encarada por perosnal del Servicio Penitenciario en dos pabellones posibilitó encontrar otros elementos que no están permitidos en las cárceles santafesinas.
Tanto en el pabellón 5 como en el 6 se incautaron 17 teléfonos celulares, una chuza, dos hierros y un dispositivo casero empleado para abrir esposas.