Gastronómicos rosarino destacaron que en los últimos cinco años se multiplicó el empleo en negro en el sector, y alertaron que cerca del 30% de los dueños de bares y restaurantes no pagan aportes a los trabajadores.
La fuerte caída del consumo y gasto en salidas y esparcimiento repercutió duramente, y además del cierre de comercios, empeoraron las condiciones laborales de los que mantuvieron las puertas abiertas. El último informe del gremio a nivel nacional marcó que en el último lustro se perdieron 70 mil puestos de trabajo en la actividad hotelera y gastronómica.
"La situación en Rosario es similar al resto del país", dijo Sergio Ricupero, secretario gremial de gastronómicos Rosario y agregó que cerca de un 30% de las patronales no realizan los aportes.
En ese sentido, el dirigente gremial agregó que, "es difícil saber el número exacto de desempleados ya que en estas crisis algunos empresarios no pagan los aportes de los trabajadores y se agudiza la precarización de las condiciones laborales". Consecuentemente, "gana terreno el trabajo mal registrado o en negro", argumentó.
En tal escenario, "es ardua la tarea que nos aguarda para recomponer la actividad y esperamos que el ministerio de trabajo de la provincia con sus nuevas autoridades nos acompañen", indicó Ricupero en referencia a las nuevas autoridades provinciales del área de trabajo, que quedaría a cargo del ex concejal local, Roberto Sukerman.