Recibirse de una carrera universitaria, egresar de la secundaria o incluso de terminar el cursado del cuarto año es motivo de una inmensa alegría en los jóvenes, que generalmente se manifiesta con estruendosos festejos. Pero la felicidad de unos no tiene por qué causar molestias a vecinos y transeúntes, que suelen encontrarse con una enorme suciedad allí por donde los chicos armaron la fiesta. Y por eso empiezan a asomar alternativas.
Ocurrió primero con el "banderazo" de estudiantes secundarios que tras movilizarse por todo el centro, acudieron al Monumento para continuar el festejo con bombas de estruendo, bombos y cientos de botellas y cajas de alcohol. La GUM debió armar un operativo exclusivo para custodiar a los pequeños, a los que les secuestraron 400 litros de alcohol.
Pero al menos esta vez no se registraron mayores incidentes, como cuando una chica tuvo el atrevimiento de pintarle con aerosol el saco a un funcionario municipal, mientras que otros jóvenes protagonizaron peleas con automovilistas a los que no dejaban circular. Esta vez, solo se conoció una discusión de un padre con dos estudiantes que festejaban en el Colegio Del Huerto, pero se trató de un hecho aislado.
Después fue el turno de la tradicional "Bajada" de estudiantes de Medicina, que congregó a una multitud frente a la casa de estudios y que terminó con algunos daños. Concretamente, alumnos que se colgaron de las columnas del ingreso les provocaron destrozos en la base, cuya reparación corrió por cuenta de la casa de estudios.
Vale aclarar que los estudiantes reconocieron su error y les plantearon a las autoridades hacerse cargo de los gastos, pero la respuesta de los directivos fue que donen el equivalente a lo invertido en libros para la biblioteca de la facultad.
Y por último se conocieron las reuniones que vecinos, estudiantes y autoridades de la Facultad de Ciencias Económicas mantuvieron para evitar excesos en las celebraciones. La idea es no tirar huevos ni harina que arruinan el bulevar Oroño, el cual está en plena reparación, sino donar esos elementos y festejar de otra manera más civilizada.
"Estamos en una época donde muchos estudiantes rinden su última materia. Después de años de estudio y sacrificio, de experiencias inolvidables viviendo cada día la #UniversidadPública, llega el final de una etapa. Desde la #FCEyE invitamos a los próximos flamantes graduados, sus familiares, compañeros y amigos a que disfruten de ese momento único sumándose al #FestejoResponsable. Cuidemos lo que es de todos y no desperdiciemos alimentos. Necesitamos de tu comprensión y compromiso. Mirá a tu alrededor, que la alegría no arruine los espacios públicos", plantearon con criterio.
La Facultad de Derecho y la UTN Rosario ya habían propuesto hace tiempo la idea del festejo responsable. Por su parte, Ciencia Política y Arquitectura hace algunos años que votaron a través del presupuesto participativo la creación de un "huvódromo", que consta de un contrapiso, azulejos blancos y una canilla para facilitar la limpieza.
Por otro lado, cabe resaltar que el intendente electo, Pablo Javkin, puso al orden y al control como prioridades de gestión, por lo que posiblemente se profundice este tipo alternativas. Tal vez esto sea un ejemplo de que el mensaje de celebrar sin perjudicar a otros haya empezado a ser entendido.