Este domingo, se volvió a dar un fenómeno casi habitual ya en Mar Chiquita: las nubes o tormentas de sal. Registradas por primera vez en julio de 2004, lograron captar el interés de los investigadores Enrique Bucher y Arie Stein quienes en 2016 realizaron una publicación al respecto.
Las tormentas de sal tienen su origen en vastos salares formados por un ciclo de expansión y retirada de la Laguna Mar Chiquita, situación que se repite en los últimos 30 años, como consecuencia de los cambios en el régimen regional de lluvias.
Las plumas de sal llegaron a alcanzar los 800 kilómetros, llegando a localidades distantes de la Laguna.
La bióloga Lucila Castro del Instituto de Diversidad y Ecología Animal-CONICET y Directora Argentina Natura International señaló que "el retroceso de los humedales representan un impacto terrible para los ecosistemas locales y pérdidas inigualables de servicios ecosistémicos para todos"; y explicó la situación de la Mar Chiquita.
"Para que el sistema Laguna Mar Chiquita – Bañados del río Dulce mantenga sus características ecológicas, es necesario el aporte de un caudal de 110 m3/s durante al menos siete meses consecutivos. Es importante destacar también que el Río Dulce, principal tributario de la Laguna Mar Chiquita, aporta un 80 por ciento del caudal, pensemos entonces en cómo afecta a la Laguna lo que sucede aguas arriba", analizó la bióloga.
Y agregó: "Necesitamos volver a pensar en una Laguna rodeada de bosques nativos que nos resguarden de esas tormentas de sal. Por suerte la naturaleza siempre nos da la oportunidad de saldar nuestros errores y trabajar en restauración. Para que tanto los productores como la tierra puedan convivir en armonía".
Castro integra el Grupo de Conservación de Flamencos Altoandinos (GCFA) que en el año 2011 publicó un informe sobre las consecuencias que ocasionan estas tormentas de sal, por ejemplo, en el sector productivo cercano a la laguna o a los habitantes de las localidades aledañas al humedal, donde destacaron:
Sequía fisiológica en las plantas y cultivos;
Alta concentración de socio;
La sal depositada sobre las pasturas disminuyen la palatabilidad de las mismas para el ganado;
Rápido deterioro en alambrados por herrumbre;
Efectos negativos sobre los rendimientos agropecuarios
"Este fenómeno está actuando y sus efectos serán mayores a medida que pasen los años y las sucesivas nubes de sal sigan acumulando cantidades crecientes de éstas en los suelos. Aún no se han observado efectos sobre la salud de los pobladores pero es necesario ser precavidos en ese sentido", advirtió la bióloga.