Mailén Suter Casas es estudiante de Traductorado de Inglés en la UNC, y como parte del programa Work and Travel, donde una empresa le gestionó la documentación para que pudiera viajar por tres o cuatro meses a trabajar, arribó a Park City el 4 de diciembre. Esta era su segunda temporada pero la pandemia de coronavirus transformó su experiencia laboral en una pesadilla.
Los vuelos se comenzaron a cancelar: "El primero fue cancelado porque el país en que debía hacer escala (Chile) cerró. Luego lo reprogramaron para ir vía Brasil. El día anterior a tomarnos ese vuelo, el presidente cerró las fronteras del país", relata Mailén.
-¿Cómo continuó tu vida a partir de no poder regresar al país?
Estoy viviendo con los ahorros ganados esta temporada de trabajo. Sin embargo, hace ya un mes que no trabajo y no lo puedo hacer. En Park City solo están abiertos supermercados y farmacias y no puedo buscar trabajo allí porque mi VISA de trabajo está vencida. Buscamos comida en la iglesia local, comida que no está en las mejores condiciones, pero es lo que tenemos. La dueña del departamento en el que estamos no nos deja quedarnos más tiempo y tenemos que buscar un nuevo lugar en el que vivir.
-¿Con quién estás?
Vivo con mi novio, Juan Pablo Mirolo, él es de Córdoba; pero en el estado de Utah hay al menos 70 argentinos.
-¿Cuáles son las respuestas que dan? ¿Hay alguna posibilidad de volver?
La respuesta de la Cancillería y el Consulado es que tengamos paciencia y los sigamos en las redes para más información. Lo que sabemos es a través de noticias o contactos.
Por el momento hay dos opciones: la menos viable, es que se abra de forma parcial y controlada la frontera de Argentina para que podamos usar los pasajes sacados con otras empresas como Latam o Copa.
La segunda, es que se autoricen los vuelos especiales desde Miami a través de Aerolíneas Argentinas pero como ya dijo el canciller Solá, los varados en Estados Unidos no somos prioridad.
El problema es que a fines de marzo muchas personas siguieron comprando nuevos pasajes en diferentes empresas para tratar de irse. Se cayeron todos por el cierre de fronteras de distintos países. Si se autoriza un vuelo de Aerolíneas, los varados deben pagar un nuevo pasaje de 530USD porque no endosan los boletos ya comprados.
Ese gasto se suma al alojamiento, la comida, los insumos de higiene y de salud que corren por cuenta de cada persona, y que si quieren pagar con tarjeta, tienen un costo adicional del 30 por ciento por el impuesto país.
Respecto a las ayudas, las entidades dejaron en claro que Argentina no tiene presupuesto para los varados y que en lo posible nos ayudemos entre nosotros. Al día de la fecha nadie recibió ayuda del Estado para cubrir los gastos.
-¿Cómo transcurre tu día a día?
Trato de mantenerme informada sobre la situación de Argentina y sus medidas para las fronteras, me contacto con varados para saber cuál es la situación y si alguien necesita algo, me comunico con Cancillería para saber cuáles son las novedades, pero hace 30 días que es la misma: nadie sabe cuándo nos vamos a ir y los recursos se terminan.
-¿Cuál es la situación sanitaria en Estados Unidos?
Los casos por enfermedad sobran. Particularmente en Utah hay más de 2000 infectados, y en Park City, que es una comunidad muy pequeña, hay más de 100. El pueblo está en cuarentena y no hay actividades. La gente puede hacer actividad física pero respetando la distancia social.
En caso de que sientas síntomas relacionados al Covid-19, debes llamar para hacer una cita previa en el hospital. Por supuesto, yo no puedo hacer una porque no cuento con seguro médico (este duraba hasta el vencimiento de mi VISA).
-¿Cuál es el mensaje que querés dejar?
Los varados necesitamos que se genere conciencia sobre nuestra situación, más allá de las circunstancias por las que nos fuimos.
En mi caso, tengo el pasaje de vuelta hace casi un año y no lo puedo usar. Lo que pedimos, por favor, es que habiliten el ingreso de otras aerolíneas comerciales, por supuesto que de manera controlada, para que podamos usar los pasajes comprados.
No estamos de vacaciones y hace 30 días que vivimos con lo que tenemos en nuestro bolsillo. Nadie nos ayuda ni nos regala nada. Y no sabemos si el día que Aerolíneas finalmente nos llame vamos a tener esa suma de dinero para pagar un vuelo especial.
Hay familias durmiendo en plazas y aeropuertos, sacando colchones de la basura y sin poder conseguir los medicamentos que necesitan. Necesitamos una respuesta de parte del Gobierno.