Como si se tratara de un “Robin Hood”, un niño de Caleta Olivia, Santa Cruz, le sacó miles de pesos a sus padres a escondidas y los repartió entre sus compañeros para que todos se compren algo en el kiosco. Una maestra descubrió lo ocurrido y alertó a las autoridades.
El hecho se desarrolló el viernes 1° de julio en la escuela Nº29 Juana Manso. El alumno se había llevado los ahorros de sus papás y cuando la docente vio una larga cola de estudiantes con plata, sospechó sobre un posible caso de bullying.
Todos los pequeños de cuarto grado tenían en su poder grandes cantidades de dinero, algunos con hasta $3.000, por lo que sospecharon por una posible deuda perdida o una apuesta.
Un peor escenario hubiese sido el bullying, en donde se le robó todo el dinero a la víctima. Por ello, la maestra decidió actuar y los directivos se comunicaron con los tutores del niño que llevó todo ese dinero al colegio.
La madre en seguida se presentó en el colegio y explicó que no sabía que su hijo le había sacado plata ni que lo hubiese hecho en otro momento. Ante la preocupación de que sus compañeros le hayan podido exigir que lleve toda esa cantidad al colegio, la escuela decidió actuar.
La institución analizó si el pequeño era víctima de bullying o amenazas. Sin embargo, el mismo negó haber sido obligado a llevar dinero, que en este caso eran unos $8.000, por lo que se consideró una simple travesura y pudieron recuperar la mayor parte del monto, que era menor al que se pensó originalmente.