El historiador y docente Juan Chico descubrió a fin de octubre a la última superviviente de la masacre de Napalpí, se trata de Rosa Grillo, quien reside con su familia en Colonia Aborigen con la comunidad Qom donde hasta 1924 se encontraba Napalpí. El historiador estima que tiene entre 105 y 110 años. Este hallazgo sería clave para la causa judicial que comenzó en 2014, dado que sería la única sobreviviente del genocidio de al menos 700 personas.
El historiador Chico junto a los investigadores Arturo Blanco y Raquel Esquivel pudieron dar con la anciana que todavía vive con su hija Florenciana y sus nietos en el lote 40. Contaron que la mujer recuerda siempre aquel día, y que siendo una niña pudo escapar junto a su madre Antonia. Una de las tácticas del gobierno para atraer a las mujeres y a sus hijos a la zona de fuego fue la de arrojar caramelos desde los aviones. Rosa relató que siempre recuerda esa situación por lo extraño que le pareció.
En la mañana del 19 de julio de 1924 habían ido a buscar los caramelos junto a otras personas de la comunidad y minutos después escucharon los disparos. Rosa vio como la gente a su alrededor comenzaba a caer al suelo desangrada. Su madre y tíos la agarraron y la llevaron al monte para poder salvarse del genocidio. Vivieron varios días allí sin alimentos hasta que pudieron escaparse hacia Machagai, unos ocho kilómetros a pie.
La masacre de Napalpí sucedió durante la presidencia del radical Marcelo Torcuato de Alvear. Entre los muertos se encontraban mujeres, ancianos y niños indígenas de las etnias Qom y Moqoit. Los policías además de dispararles los persiguieron con machetes y hachas. En aquel entonces, Alvear designó que Chaco fuera gobernado por el productor algodonero Fernando Centeno quien ordenó los asesinatos ante la insistencia de los indígenas de marcharse de la provincia por ser obligados a trabajar en condiciones de esclavitud.
El gobernador ante la posible pérdida de su mano de obra "barata" les prohibió salir de los límites provinciales, ya que las comunidades aborígenes estaban en huelga por las condiciones laborales y buscaban marcharse a las plantaciones azucareras de Salta y Jujuy. Bajo una supuesta "sublevación" indígena, Centeno ordenó a 130 policías y civiles armados con rifles (enviados por estancieros) que los repriman . Dispararon durante 45 minutos, aquellos que no murieron por las balas fueron degollados o colgados.
Chico se comunicó con el gobernador Domingo Peppo para transmitirle la noticia de que quedaba una de las sobrevivientes de la masacre, además de las necesidades de ella y su familia, como la falta de agua potable o energía eléctrica. El mandatario provincial había dicho que se ocuparía personalmente de la situación. A su vez, el historiador notificó a la Fiscalía Federal por el descubrimiento y Rosa Grillo tendrá que brindar su testimonio. Estiman que la Justicia tratará la Masacre de Napalpí como un crimen de lesa humanidad.
Por el momento, la causa cuenta con las declaraciones de otro de los supervivientes, Pedro Balquinta que pertenecía a la comunidad Moqoit. Falleció a los 108 años el 30 de diciembre de 2015, también sobrevivió a la masacre de El Zapallar en 1933. La Justicia, también tiene las declaraciones de Mario y Sabino Irigoyen, hijos de Melitona Enrique que pudo escapar de la carnicería cuando tenía 23 años. Murió el 13 de noviembre de 2008 a los 107 años, en su honor se conmemora el "Día Provincial de la Mujer Indígena".
El viernes 5 de octubre, la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía Federal junto a los integrantes del Equipo Argentino de Antropología Forense visitaron el lote 39, más conocida como la "Fosa de la Matanza Napalpí" de Colonia Aborigen. Analizan la posibilidad de exhumar los restos de los cientos de muertos enterrados en fosas comunes con la esperanza de que aporten información importante para la causa judicial.