Como era de esperarse, tras las jornadas de incertidumbre y corridas cambiarias, la inflación se aceleró en septiembre y alcanzó 5,9% por arrastre de la devaluación. Este indicador fue el más alto de 2019, logrando en los primeros nueve meses del año un acumulado del 37,7%, y un interanual de 53,5%. Estos datos fueron corroborados con el informe oficial del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) al dar a conocer el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del mes de septiembre.
La importante depreciación del peso durante agosto hizo que el traslado a precios también se evidenciara en la primera mitad del noveno mes del año. En agosto, por impacto de la incertidumbre política que generó el resultado de las elecciones primarias, el precio del dólar se disparó casi 37%, para aproximarse a los 60 pesos. Y aunque en septiembre retrocedió un 3,2%, la influencia que imprimió en el recorrido alcista de los precios al público fue devastador. Esa devaluación del peso argentino del orden del 26,3% en el octavo mes del año, se concentró entre el 12 y el 14 de agosto, después de las elecciones primarias, en las que se impuso con amplio margen la candidatura presidencial de Alberto Fernández, del Frente de Todos, que redujo las posibilidades de reelección del actual mandatario, Mauricio Macri.
Una vez más la región Nordeste (que integran las provincias de Chaco, Misiones, Formosa y Corrientes) fue la que tuvo el registro más alto con una inflación del 6.2%. Muy cerca quedó la Región Pampeana con el 6.1%, siendo la Patagonia donde la variación fue menor, alcanzando un 5.3%. En este promedio del país del 5.6% dado a conocer por el INDEC, los técnicos resaltaron que el ítem ‘Alimentos y bebidas no alcohólicas’, cuyo aumento afecta más a hogares pobres, acumula un alza de 56,9% en doce meses.