Un extenso trabajo de campo realizado en Argentina, Bolivia, Paraguay y Brasil por investigadores de la Universidad Nacional del Nordeste y de la Universidad Nacional de Salta, permitió encontrar una nueva especie de lagarto que significó un verdadero hallazgo para la ciencia herpetológica. “En el año 2018 publicamos la especie denominada Ameivula apipensis que habita en el noreste de Argentina, extendiéndose al este de Paraguay, en la margen izquierda del río Paraguay-Paraná, en la región conocida como Chaco húmedo, especialmente en los ambientes de lomadas arenosas”.
El informe lo proporciona el Doctor Eduardo Etchepare, quien junto al Doctor Federico Arias y la icenciada Beatriz Álvarez, realizaron estos hallazgos. La nueva especie pertenece al grupo de los “teidos” (lagartos de la familia Teiidae, donde se encuentra el lagarto overo), presenta la cabeza, cuerpo, extremidades y cola marrón oscuro, con líneas laterales blanquecinas y manchas. Además, tiene una coloración verde en el flanco lateral y amarillo en la región ventral.
El nombre específico "apipensis" se refiere a la localidad donde se registraron la mayor cantidad de individuos, la isla Apipé en el departamento de Ituzaingó, provincia de Corrientes. Si bien está presente en otras localidades, sus poblaciones se encuentran separadas ya que prefiere sitios con arena suelta y con pocos pastizales. Actualmente, esta especie recientemente descripta enfrenta diferentes amenazas de conservación dado que el hábitat donde vive es suplantado por diferentes monocultivos de Ecaliptus y pino, como así también por prácticas ganaderas tradicionales como la quema.
Antecedentes. De las 18 especies de lagartos que se pueden encontrar en Corrientes, tan solo tres tienen hábitos nocturnos y pertenecen a un grupo conocido como “geckos”. Dos de estas especies de geckos son nativas y fueron registradas hace un par de años en la provincia, una de las cuales representó una nueva especie para la ciencia. Una lagartija de características peculiares fue registrada en abril de 2011, en las barrancas junto al río Paraná en la localidad de Bella Vista en lo que hoy corresponde a la Reserva Paleontológica Toropí. Los registros de ejemplares de Homonota fasciata, constituyen uno de los más orientales conocidos hasta el momento en la Argentina. Así lo manifiesta el Doctor Eduardo Etchepare, miembro del equipo de investigadores del Laboratorio de Herpetología de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura de la UNNE.
Esta especie presenta escamas dorsales grandes y salientes con forma de quilla. En cuanto a la coloración, posee grandes manchas cuadrangulares castaño oscuro a negruzcas, separadas por delgados espacios blanquecinos. En Argentina posee una amplia distribución ocupando 16 provincias pero hasta ese momento no existían registros en Corrientes. También está presente en Bolivia, Paraguay y Brasil. “Son crepusculares y nocturnas. En muchas regiones de nuestro país son peridomiciliarias, inclusive son encontradas con frecuencia dentro de las habitaciones alimentándose de diferentes insectos, entre ellos las vinchucas”, detalló Etchepare.
Los ejemplares de esta especie pueden alcanzar un tamaño máximo de 7 centímetros. “Su hábito nocturno es el resultado de la evolución de miles de años. De manera similar a los gatos, tienen pupilas verticales, que de noche adquiere mayor dimensión y permite más entrada de luz”. Otra particularidad de la especie, es que cortan de manera frecuente la cola como método de defensa. De ahí que pueda encontrarse esta lagartija con un tramo corto de cola. Este mecanismo de defensa, común en los lagartos, se denomina autonomía caudal. Está relacionado con el sistema nervioso, por eso es que el lagarto lo puede hacer inmediatamente cuando se siente amenazado.
Otro descubrimiento de gran relevancia constituye la nueva especie encontrada en noviembre de 2010 y descripta para la ciencia en el 2013: Homonota Taragui. Su presencia está limitada al ámbito geográfico (microendemismo) del centro-este de la provincia de Corrientes, en los cerros del Paraje Tres Cerros, en el municipio de La Cruz, departamento de General San Martín. Esto quiere decir que por el momento esta especie es sólo conocida en esta región. “En los cerros prefiere refugiarse en rocas apoyadas sobre un sustrato rocoso, con mayor frecuencia en sitios con rocas que descansan encima de grandes bloques de piedra, donde las hembras también colocan un huevo en cada postura”, describió el Doctor Etchepare.
En cuanto a su coloración, posee la superficie dorsal cubierta por manchas irregulares de color marrón oscuro con bordes bien definidos, lo que contrasta fuertemente con el fondo de color más claro amarillento, lo que resulta en un patrón reticulado bien marcado. El vientre es blanquecino, con escamas suavemente pigmentadas. “A nivel internacional es un lagarto considerado en estado Crítico de Conservación, debido a su endemismo localizado con poblaciones únicamente conocidas para estas formaciones rocosas, las cuales se encuentran sometidas a ganadería y rodeadas por condiciones desfavorables, dado que en las inmediaciones de los cerros se presenta una intensa actividad agrícola y ganadera”.
Fuente: Departamento de Comunicación Institucional del Rectorado de la Universidad Nacional del Nordeste