El ministro de Planificación, Ambiente e Innovación Tecnológica, Martín Nievas, dialogó con Radio Facundo Quiroga y explicó que es una estructura de casi 90 metros de largo, que estaba amarrada y con válvulas cerradas.
Este no es un dato menor. Primero porque al amarre y cierre de válvulas lo hizo Prefectura y segundo que para que este casi hundimiento ocurra, alguien debió haber desamarrado y abierto dichas válvulas de flotación.
La nave se encuentra abandonada hace más de diez años porque su propietaria es una empresa Correntina, que ha quebrado y está a punto de desaparecer. Por lo tanto no pueden hacerse cargo del traslado y/o manipulación de la misma.
Lo cierto es que alguien le cortó las amarras que estaban puestas para evitar que navegue a la deriva, además también rompieron las tapas de las válvulas de los depósitos y dejaron esas bocas abiertas. "Obviamente explicó el ministro esa agua entro se mezcló y empezó a salir pero mezclada con fuel oil." Prefectura que tiene elementos para contener estas situaciones, lo hizo rápidamente y después se evaluaron las pérdidas del combustible y posible daño al ecosistema de la flora y fauna del Paraná. El resultado fue que no hubo contaminación, ni pérdida de vidas de peces, tampoco se registró daño de la vegetación marina.
Prefectura volvió a amarrar la barcaza, pero esta vez se amuró y se sellaron las bocas con cemento. El Ministro finalizó diciendo: "Se inició una investigación para saber qué fue lo que finalmente ocurrió, ya que si bien no ocurrió nada podría haber sido una tragedia. Ya que la embarcación navegó a la deriva"