SanCor cerró una fábrica de quesos y culpa al gremio Atilra

Se encuentra en San Guillermo, en el norte de Santa Fe. Hay 26 familias que se quedaron sin trabajo. Además, también dejó de funcionar la fábrica insumos industriales y para tambos De Laval en El Trébol y se perdieron otros 42 empleos.

Cooperativa láctea SanCor de San Guillermo, Santa Fe
Cooperativa láctea SanCor de San Guillermo, Santa Fe

La situación de la industria láctea está llegando a límites insospechados. Es que la tirante relación entre el gremio de los trabajadores de la industria lechera y de SanCor ha llegado al límite del cierre de una fábrica de quesos en San Guillermo. Mientras hay 26 familias que se preguntan cómo sobrevivirán, ATILRA y la cooperativa láctea se responsabilizan de la situación. Pero el panorama es mucho más complejo que una mala relación en particular: también se conoció el cierre de una fábrica de insumos (tanto para la industria como para tambos) en El Trébol, con la pérdida de otros 42 empleos.

SanCor comunicó el cierre de su fábrica de quesos blandos (la mayor industria de San Guillermo, una localidad de más de 7.000 habitantes en el departamento San Cristóbal) y responsabilizó de la situación a la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA), a la que acusó de estar “paralizando la actividad productiva y comercial” desde hace 40 días.

La empresa con sede en Sunchales, a 40 km de Rafaela, denunció que el gremio utiliza como “excusa” la “regularización de cuestiones salariales” para llevar a cabo sus acciones, pero que en realidad las motiva “la no concreción del proyecto del Fideicomiso de Administración que el gremio impulsaba de la mano de empresarios, que no tenía ni la capacidad económica, ni de gestión”.

Ese fideicomiso iba a estar gerenciado por Leandro Salvatierra y Diego Feser, acompañados por otros socios como Gustavo Scaglione, Leandro Salvatierra y Jorge Estévez. Sin embargo, para marzo de este año, todos los privados se habían alejado del negocio, porque el gobierno no aportó el dinero comprometido: unos 60 millones de dólares.

“Lo que el sindicato no puede explicar es por qué avalaba el plan de los empresarios interesados, que dejaba de lado a cerca de 1.000 empleados del total de la plantilla laboral de Sancor”, dice parte del comunicado.

Para la firma, “el plan del sindicato atenta contra la libertad de la cooperativa y también de los mismos empleados que manifiestan su voluntad de trabajar”.

En ese sentido, menciona que la empresa “se vio forzada a desechar 100 mil litros de leche, de derivar materia prima hacia otros destinos industriales, de desabastecer el mercado y, como hecho reciente destacado, de cerrar definitivamente la actividad en la planta ubicada en San Guillermo, Santa Fe, por las medidas de fuerza implementadas por Atilra”.

En tanto, la versión del gremio es opuesta, ya que en un reciente comunicado Atilra denunció que Sancor está “cerca de la quiebra” debido a que “la deuda con los acreedores llega a 379.400.000 dólares”, y sostuvo que “la culpa ha sido de la administración, no de los trabajadores como quieren hacer creer”.

Sin respuesta para dar a sus acreedores, y con el Consejo de Administración fracturado, los directivos de Sancor preparan su retirada con variado fuego cruzado entre sus integrantes, donde se achacan errores de conducción y responsabilidades no asumidas”, indica el texto.

El gremio advirtió que “los trabajadores avanzan con el armado de las denuncias penales por evasión fiscal y las demandas laborales por deudas reconocidas por las propias autoridades de Sancor ante el Ministerio de Trabajo de la Nación”.

Para Atilra, “las cifras adeudadas por Sancor son realmente escalofriantes”, entre las que enumera deudas financieras por 168.700.000 dólares, deudas impositivas por 139.100.000 dólares, deudas provenientes del trabajo por 50.100.000 dólares (incluye salarios, aguinaldos, retiros voluntarios y deuda con ATILRA, entre otros), deudas comerciales por 21.500.000 dólares y la “deuda previsional por evasión fiscal: sujeto a investigación”.

Ante esto, la empresa sacó un segundo comunicado. Allí aclaran que no hay ruptura en el Consejo de Administración y que están abiertos a otras alternativas comerciales para poder torcer la actualidad de la empresa. Sobre las deudas, aclaran que “la mayor parte están en pesos” y sentencian que “no hay motivos, como allí se expresa, para una pretendida situación límite que impida a SanCor hacer frente a sus obligaciones”.

Las partes ya han tenido tres audiencias de conciliación en el Ministerio de Trabajo sin lograr puntos de acuerdo y después de la última, llevada a cabo a mediados de este mes, el gremio denunció que los directivos de la cooperativa llevaron a la audiencia un “plan de incumplimiento” que planteaba terminar de pagar los sueldos de octubre en enero próximo.

Cierre en El Trébol

La periodista Élida Thiery dio a conocer en la tarde del martes el cierre de la planta de insumos industriales y de tambo De Laval en la localidad santafesina de El Trébol. Si bien la empresa no se va del país, sí se pierden 42 puestos de trabajos de manera directa.

La firma que se especializaba en tecnología de ordeñadoras, robots e implementos para el sector primario lechero “venía advirtiendo sobre las complicaciones para importar partes, insumos, e incluso tecnología de la más diversa, de acuerdo a las políticas restrictivas que rigen en este marco gubernamental”, sentencia a colega.

Recordemos que De Laval instaló en noviembre de 2015 el primer robot de ordeño voluntario de Argentina, en el INTA Rafaela.