Días pasados, el Gobierno municipal llevó adelante una tarea de compactación de vehículos que se encontraban en los depósitos municipales como producto de las retenciones efectuadas por la Guardia Urbana Rafaelina (GUR), la Policía de Santa Fe y la Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV), en el marco de diferentes operativos de control de tránsito.
En ese sentido, se informó que gran parte de la recaudación obtenida en la compactación iba a ser destinada a la Asociación Civil “Vistiéndonos de Sol”, la cual es liderada por el sacerdote Alcides Suppo.
Recientemente, el Intendente Leonardo Viotti visitó al referente solidario e hizo entrega de la recaudación obtenida, cuyo monto rondó los cuatro millones de pesos.
“Estuvimos con el padre Suppo y el equipo de ‘Vistiéndonos de Sol’ para hacerles entrega de un fondo superior a los cuatro millones de pesos obtenidos por la compactación de vehículos que fueron retenidos por no estar en condiciones”, señaló el mandatario local.
Viotti destacó que los vehículos llevaban mucho tiempo en el dominio de la Municipalidad y que los fondos fueron destinados “para la obra de una institución importante de la ciudad de Rafaela, con un equipo de personas que trabaja socialmente en una temática muy compleja como son las adicciones”.
Por su parte, la coordinadora de Protección Vial y Comunitaria, Mariana Arias, destacó que la entrega de este aporte significa “el cierre de un proceso con el mejor de los destinos” y agregó que “la beneficencia a esta escala, para nosotros, es altamente gratificante”.
“Se cierra, así, un círculo que fue iniciado a partir de la llegada de Leo (Viotti) y de la colaboración de todo su grupo de trabajo”, sentenció la funcionaria.
Sobre “Vistiéndonos de Sol”
La Asociación Civil “Vistiéndonos de Sol” es una entidad liderada por el sacerdote Alcides Suppo y está conformada por distintas áreas de trabajo: el Hogar del Hijo Pródigo, una comunidad de vida dedicada a la contención y ayuda a personas con problemas de adicciones que brinda un servicio de modalidad ambulatoria y otro de residencia dividido en etapas; el Hogar Simeón, un albergue de personas sin recursos y con problemas familiares, físicos o sociales que da contención espiritual, hábitos de higiene y alimentación; el espacio Chiquilines, para la asistencia, apoyo y contención de niños, de entre 4 y 12 años, en riesgo económico y emocional; y el Hogar María, un espacio de formación espiritual para los miembros de la asociación.