La ciudad de Rafaela ha terminado con el aislamiento social, preventivo y obligatorio. Y lo ha hecho en los hechos, sin que esto esté permitido por la legislación vigente.
A lo largo del fin de semana se pudieron observar familias completas -con barbijo- recorriendo las calles. Incluso, con niños en cochecito.
Partidos de fútbol en los espacios verdes, personas que salieron a pasear el perro, a caminar o correr, incluso a visitar familiares, vecinas hablando entre sí, a menos de dos metros y sin barbijos. Todas actividades que en la actualidad no están permitidas. Pero que en otras partes del país ya se han permitido o regulado. En Santa Fe, mientras tanto, todavía no hay una fecha a partir de la cual se pueda concretar esto. Legalmente, claro está.
Vale la pena mencionar que los férreos controles que podían encontrarse con anterioridad, ya no se los ve. Y si están, los infractores son tantos que no pueden contener a todos.
Vía Rafaela consultó a sus lectores su opinión respecto a qué hacer. Muchos consideraron que ya no se cumple la cuarentena. Incluso, desde hace varios días. Que la gente se hartó y que se deberían controlar solo a las personas que llegan a la ciudad después de un viaje desde o hacia una ciudad con circulación comunitaria. Pero no a los residentes. Otros, en cambio, proponen reestablecer los controles férreos. Un tercer grupo indica que todo es un gran invento chino.
La pregunta que debe resolverse es si deberían flexibilizarse las normas mientras no hayan casos positivos de coronavirus o bien, endurecer las medidas para que vuelvan a cumplirse las normas. Todavía no hay una respuesta.