Alejandro González es un pequeño con Síndrome de West (epilepsia infantil) y una cirugía cerebral lo dejó con secuelas, tiene parálisis cerebral. Permaneció 27 días en coma y 9 meses en terapia intensiva con tan solo un año y medio de vida. Actualmente está con internación domiciliaria, ya que su traqueotomía y el botón gástrico requieren una gran cantidad de personal e insumos.
Sus padres le manifestaron a Vía, “Alguien tiene que poder ayudarnos a que IOSFA nos de lo que corresponde”.
Martín, papá de Ale agregó, “la silla postural de Ale ya le queda chica. Y la que enviaron no le sirve demostrando un mal manejo de los recursos de la obra social ya que la mencionada es muy costosa y no la han retirado, dilatando aún más la entrega del material que le sirva. Tampoco tiene rehabilitación, ni fonoaudiología. Y hace tiempo que no recibe Kinesiología respiratoria o terapia ocupacional”.
Continuó, “Pasan los años y a pesar de todo, Ale resiste. Y lo hace gracias a sus padres que siguen peleando por lo que su hijo de 6 años necesita. No somos partícipes de hacer esto, pero ya no nos queda nada por vender. Estamos superados y esta situación se está llevando por delante al resto de la familia”.
“Hicimos un juicio el año pasado y tenemos la sentencia favorable, pero aún así IOSFA no cumple con todo y en este momento nos faltan insumos vitales que no podemos comprar ya que desde hace un mes no nos reintegran ni un peso. Esta situación es injusta para nuestros hijos, nosotros somos los papás y estamos dejando la vida en esto”, indicó.
Los padres del pequeño de 6 años presentaron el 26 de noviembre de 2020 la lista con los insumos que necesita para llevar una calidad de vida digna en su internación domiciliaria. Entre tanta injusticia que vive Alejandro, su papá recuerda que además, tiene otros dos hijos que atender y que la mayor parte de su sueldo, se destina a insumos médicos.
A pesar de todos los reclamos, desde la Obra Social IOSFA no han respondido a sus reclamos.
“Ya nos hemos desprendido de todos los objetos de valor que teníamos e incluso hemos realizado rifas para seguir adelante, pero ya no podemos afrontar las demandas económicas de la compra de los mencionados materiales. A duras penas logramos comprar insumos que ellos nos dicen que no están en la Argentina, pero nosotros sí los pudimos comprar hace menos de un mes. Pero si ni siquiera nos reintegran por lo que pagamos es imposible seguir porque no tenemos una economía que pueda bancar todos estos costos. Literalmente, cada día que pasa nos hundimos más”, finalizó.