Las mismas son artillería y balística, torpedos, minas submarinas y electricidad. Su incentivo era alcanzar, mediante el estudio sistemático, los conocimientos necesarios para afrontar la coyuntura política y la estrategia global que la época imponía, entendiendo que estos saberes no podían obtenerse sólo a través de la práctica profesional.
En 1976, con el inicio de la modernización de los medios de la Flota de Mar, se vislumbró la conveniencia de concentrar la enseñanza integral de los oficiales en proximidades de las nuevas unidades navales. De esta manera se concretó en 1978 la construcción de un edificio dentro de la Base Naval Puerto Belgrano, donde inició sus actividades como Escuela de Oficiales de la Armada (ESOA), continuándolas en forma ininterrumpida hasta la actualidad.
En la actualidad se dictan diferentes cursos, algunos específicos para el personal militar y otros abiertos a la comunidad, orientados a profesionales vinculados con el quehacer naval. Estos cursos se dividen en los básicos; armas submarinas, artillería, comunicaciones, electricidad, máquinas y artillería orientada a los oficiales de la Infantería de Marina. También existen cursos aplicativos, orientados a los tenientes de fragata y navío, necesarios para desempeñarse como auxiliares de Estado Mayor y para aplicar la doctrina vigente para la conducción táctica de los medios navales.
También se dictan cursos de Extensión Profesional, destinados a oficiales del escalafón Intendencia. Para satisfacer las necesidades de la carrera naval del personal del cuerpo profesional de la Armada existen los Cursos Especiales. Entre otras capacitaciones también cabe nombrar el Curso de Estado Mayor Especial, Complementación Profesional y distintos cursos de posgrado en materia de Dirección de Organización y Logística.
Fuente: Gaceta Marinera