Otro acto de violencia, que acabó con una víctima fatal y un herido, tuvo lugar en Merlo, provincia de Buenos Aires, cuando un policía de civil le disparó a dos motochorros, matando a uno de ellos e hiriendo al otro.
Los dos asaltantes, de 22 años, abordaron al policía de civil. Las investigaciones del caso sugieren que el oficial actuó en “legítima defensa”.
Los detalles del asesinato del motochorro
En la mencionada localidad de Merlo, el comisario de la policía bonaerense, fue abordado por estos dos delincuentes cuando iba a comprar zapatillas. Ante lo cual, vestido incluso de civil, sacó su arma reglamentaria y les disparó.
Los delincuentes fueron identificados como Nahuel Antonio Azuaga y Franco Agustín Rivero, quienes tras los disparos, fueron trasladados a diferentes hospitales de la zona. Rivero murió y Azuaga se encuentra en grave estado de salud.
Todo tuvo lugar entre las calles Brunet y Fraga, en el barrio de Pompeya. El policía implicado, Fabián Gabriel García, cumple estas funciones desde hace más de 10 años y se desempeña en la Delegación Departamental Zonal de Comunicaciones AMBA Norte.
Los motochorros abordaron a García a bordo de una Honda Twister roja y blanca sin patente, mientras que el policía de civil aguardaba por la compra de sus zapatillas, en el día franco que él tenía.
Lo que se está investigando es que uno de los delincuentes, sin bajarse de la moto, le habría apuntado a García con un arma, exigiéndole que le entregara la billetera y el celular. Tras lo cual, el comisario les entregó sus pertenencias y enseguida sacó su arma y disparó.
Cabe destacar que, según la propia declaración de García, él habría dado la voz de alto antes de disparar. Rivero, que manejaba la moto y terminó muriendo, fue alcanzado por los disparos cuando intentaba escapar. Azuaga, por su parte, recibió impactos en la espalda, glúteo y en una pierna.
A pesar de haber sido trasladados al Hospital Municipal Eva Perón y al Hospital Zonal General de Agudos Héroes de Malvinas, Rivero falleció el sábado pasado.
La investigación de lo sucedido está a cargo de la UFI N°5 de los tribunales de Morón. Ya se determinó no detener al comisario, basándose en el recurso de la legítima defensa.
Un dato a tener muy presente es que los asaltantes, para amenazar al comisario, utilizaron un arma de juguete. Así, la carátula del expediente quedó como “robo agravado por el empleo de arma de utilería en grado de tentativa”.