Un particular operativo tuvo lugar días atrás en Ituzaingó, cuando autoridades municipales clausuraron un establecimiento que estaba habilitado para fines gastronómicos pero que en realidad funcionaba como un espacio swinger y de encuentro de solteros de ambos sexos.
En el local, ubicado en la colectora norte de Acceso Oeste, más precisamente en la calle Presidente Perón al 9600, en Parque Leloir, tenían lugar tríos sexuales, orgías e intercambio de parejas.
El área de Inspección General del Municipio de Ituzaingó encabezó el operativo en el que se encontró una sorprendente escena: alrededor de 90 personas participaban de actividades sexuales.
El lugar en cuestión era conocido como “Swap”. Su propietario solicitó habilitación como resto-bar y la obtuvo, de acuerdo con lo establecido por el Código de Planeamiento Urbano en esa zona.
No obstante, en los últimos meses y a raíz de denuncias de los vecinos, se descubrió un accionar irregular, muy alejado del propósito original del local.
“Fuimos dos veces y estaba cerrado. En el medio hubo denuncias, entramos a las redes sociales, miramos de lo que se trataba y decidimos armar un operativo”, contó el secretario de Gobierno y Seguridad de Ituzaingó, Juan Manuel Álvarez.
El funcionario resaltó que las actividades que se desarrollan allí “no cuenta con permisos en el distrito”. “La decisión política es que no funcione”, dijo. Y agregó: “Con el nuevo código que hemos planteado queremos que en esa zona haya bares, restaurantes, lugares de esparcimiento, pero de ninguna manera ese tipo de actividad”.
Qué se encontró en el “boliche swinger”
Entre los elementos hallados había camas, sillones, un caño para bailes eróticos, habitaciones separadas por cortinas y Durlock, y carteles de ingreso con las leyendas “trío” y “parejas”. También había preservativos y juguetes sexuales.
El caso no será llevado a la justicia ordinaria porque no se encontró evidencia de la presencia de menores de edad ni de personas involucradas en contra de su voluntad o sometimiento.
En tanto, el proceso quedará bajo la jurisdicción de la justicia de Faltas de la municipalidad correspondiente dado que “la actividad comercial que se desarrollaba no coincidía con la habilitación que tenía”. Este fue también el motivo de la clausura.
El pasado martes se presentó el imputado en el Juzgado de Faltas, donde reconoció las infracciones. Allí declaró que “brinda espacio para que las personas que quieran estar juntas lo puedan hacer” pero que “no promueve la actividad íntima en el lugar”. De ser declarado culpable, el titular será multado.
