Santino, el niño posadeño que recibe tratamiento en Singapur, enfrenta una instancia crucial con células del padre para erradicar la enfermedad

Luego de superar una grave complicación hepática y recibir el alta, ahora enfrentará un procedimiento ambulatorio para eliminar los últimos rastros de enfermedad. Su familia organiza una nueva rifa solidaria para cubrir los costos.

Santino, el niño posadeño que recibe tratamiento en Singapur, enfrenta una instancia crucial con células del padre para erradicar la enfermedad
Santino, el niño posadeño que recibe tratamiento en Singapur, enfrenta una instancia crucial con células del padre para erradicar la enfermedad.

Santino, el niño misionero que continúa su tratamiento oncológico en Singapur, ingresará en los próximos días en una etapa decisiva para consolidar su recuperación. Tras haber superado una severa complicación hepática que derivó en problemas renales y más de dos meses de internación, el pequeño recibió el alta médica. Sin embargo, aún resta un paso fundamental: la infusión de células T donadas por su padre, que buscará reforzar la médula ósea trasplantada y eliminar un residuo mínimo de enfermedad.

El procedimiento será ambulatorio y menos invasivo que los anteriores. Consistirá en la recolección de linfocitos T del padre, que serán infundidos al niño para fortalecer su sistema inmunológico y evitar una posible recaída. Los estudios más recientes detectaron un 0,067 % de células con ADN de Santino, una proporción muy baja pero suficiente para que los médicos decidan intervenir de forma preventiva.

Inicialmente, se esperaba que la médula del cordón umbilical prendiera, pero fue la médula del padre la que se consolidó en el cuerpo del niño, representando actualmente el 98 % de las células detectadas. Esta respuesta positiva permitió evitar un nuevo trasplante, que ya se consideraba como última opción. El objetivo ahora es lograr que esa médula alcance el 100 % y elimine por completo cualquier resto de células residuales.

A pesar de las secuelas físicas propias de la internación prolongada, como dolores musculares y pérdida de masa, Santino evoluciona con buen ánimo, camina lentamente y juega. El proceso de recuperación es lento, pero avanza con paciencia y acompañamiento familiar.

El tratamiento, sin embargo, implica un alto costo económico: la nueva etapa requiere una inversión de aproximadamente 30 mil dólares. Para afrontarlo, la familia lanzará una nueva rifa solidaria y apela a la colaboración de la comunidad, que desde el inicio ha acompañado cada paso del proceso.

Los controles previos comenzarán el lunes próximo, y la infusión de linfocitos T se realizaría la semana siguiente. La familia de Santino confía en que este último tramo del tratamiento será el definitivo para alcanzar la curación completa.