En la noche de ayer se conoció la triste noticia de que Ramona Isabel Morinigo (39) sucumbió a las heridas provocadas por el despiadado ataque perpetrado por su pareja en el barrio San Onofre de Posadas. A pesar de los esfuerzos del personal médico del Hospital Madariaga, la gravedad de las lesiones resultó insuperable, confirmando los peores presagios.
Con edades de 17, 15 y 10 años, los hijos de Morinigo enfrentan ahora un futuro sin el amparo materno. El segundo de ellos fue testigo directo del momento en que su madre fue rociada con alcohol y prendida fuego por su padrastro. Aunque intentó socorrerla, el fuego se propagó de forma implacable.
El caso, inicialmente catalogado como homicidio en grado de tentativa, ha tomado un nuevo giro. El Juez de Instrucción Uno, Marcelo Cardozo, deberá citar nuevamente a Jonathan Páez para cambiar la calificación legal a femicidio.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del domingo pasado en una residencia del barrio San Onofre. Según testimonios, una acalorada discusión desencadenó la ira del agresor, quien sin miramientos roció a su pareja con alcohol y la prendió fuego. En sus últimos momentos, Morinigo alcanzó a revelar a uno de sus hijos el intento de homicidio mientras clamaba por alivio al dolor provocado, pidiendo que le arrojaran leche en el rostro.