Más de 150 camiones argentinos que llevan papas y cebollas a Brasil se encuentran varados sobre el río Uruguay, en San Javier, Misiones, esperando cruzar en balsa. Es el paso obligado entre San Javier y Porto Xavier, en Rio Grande do Sul.
Funcionan dos balsas, una brasileña y otra argentina. Pero un convenio -privado- entre ambas empresas hace que la embarcación de la Argentina transporte hasta seis camiones cargados. En cambio, a la de Brasil, solo le está permitido llevar un camión por viaje de regreso.
Este miércoles salieron del país 52 camiones, mientras ingresaron 37 desde Brasil, dijeron a Vía Posadas fuentes de Prefectura. Es que el horario de trabajo de aduana, migraciones y balsas de lunes a viernes es de 07:30 a 11:30 y de 13:30 A 17:30 horas.
En esta época del año, llegan centenares de camiones desde el sur del país cargados con papas y cebollas. Si continúa este ritmo de traslado, los últimos de la cola en este miércoles, podrán cruzar recién dentro de dos días.
Esta situación se repite todos los años en épocas de cosecha de estos productos y el entorpecimiento del tránsito complica a los ciudadanos del municipio. Los camioneros que no crucen antes del viernes tendrán un paso en cuentagotas, pues dependerán del horario de sábado y domingo: de 08:30 a 10:30 y 15:30 a 17:30.
Hugo Gómez, secretario de relaciones institucionales de San Javier, dijo a Canal 12 que la solución definitiva será la construcción del puente internacional que el gobierno brasileño comenzaría este año.
Una vez construido el puente, financiado por Brasil, los camiones que lleguen pasarán directo a Porto Xavier donde estará el control integrado de Aduana, Migraciones, Prefectura y la playa de estacionamiento con mucha más capacidad que la actual.
El gobierno argentino deberá construir con la cabecera del puente del lado de San Javier, conectarla con la avenida Jorge Newbery, y a esta con la ruta 4.
El paso fluvial también servirá para recibir a las exportaciones de Brasil que cruzarán por allí e irán hasta el puerto de Santa Ana. Luego continuarán en barcazas por el Paraná hasta llegar a barcos de ultramar en puertos como Buenos Aires o Rosario.