Como si temiera alguna represalia, María, la madre de la beba de 3 años abusada en Campo Grande, aún no se decide a señalar a su marido como el presunto agresor de la hija de ambos. El hombre ya había cumplido una condena por violar, desde los 3 a los 6 años de edad, a la hija de su anterior pareja.
La chica tiene ahora 22 años, mienras que Walter S. de 45 años pasó preso solo 7 de los 10 años que le aplicaron como condena. Salió en 2010 por buena conducta. Se mudó de Dos de Mayo, donde cometió el anterior crimen, y ahora vivía en Campo Grande, con otra pareja 21 años menor que él. No le contó sus antecedentes.
Las lesiones genitales por abuso y patología vulvar fueron descubiertas la semana pasada, por el médico pediatra José Luis Ramírez de la Unidad Sanitaria de Campo Grande. Ramírez avisó a la policía, pero ante los agentes la madre, de 24 años, dudó en acusar a su pareja por el abuso.
Luego intentó que la atendieran en el Hospital Samic de Oberá, pero se negaron a atender a la criatura hasta que María hiciera la denuncia. Finalmente fue la propia abuela Blanca, de 43 años, la que convenció a su hija de hacerla.
Blanca contó a los medios locales que le dijo a su hija que cometía "un pecado" si no hacía la denuncia. También los policías le señalaron que de no hacer una denuncia se convertiría en encubridora y cómplice del presunto agresor.
Finalmente accedió a hacer la denuncia en la Comisaría de Campo Grande y el Juzgado de Instrucción Uno de Oberá ordenó la detención del sospechoso bajo los cargos de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo.
Ahora, Maria dijo a MisionesOnline que hablará cuando terminen de realizar los estudios a su pequeña. Aseguró que la situación la tiene muy mal pero prefiere esperar. "Escuché comentarios sobre mí, pero cómplice de mi marido no voy a ser. Si hizo, lo que hizo va a tener que pagar, pero no salieron los estudios de ella", manifestó.
Contó además a Misiones Online que su marido era el único sostén económico de la familia y pese a que asegura estar muy mal, dice que debe seguir adelante por sus hijos. "Es un momento muy difícil pero hablaré cuando hagan todos los estudios, ahora tengo que seguir por ellos porque también tengo un bebè", agregó.
En sus primeras declaraciones puso en duda la responsabilidad de su esposo. Pero tampoco explicó cómo fueron producidos el abuso y la patología vulvar. Fueron de tal característica que la nena tuvo fiebre y debieron recetarle antibióticos y pomadas.
El próxima martes el acusado sería trasladado al juzgado de Instrucción Uno de Oberá y le tomarán declaraciones y además se analizaría el grado de complicidad o no, de la madre.