Estaba siendo buscado en Buenos Aires para ser juzgado por una causa de abuso sexual con acceso carnal hacia un menor en marzo del 2015. Se encontraba escondido en un departamento alquilado de Posadas, sin embargo, murió en enero de 2016 y en las últimas semanas la Justicia pudo confirmar que se trataba de la misma persona.
El cadáver de Luis Adolfo Orellana fue hallado el alquiler sobre la calle San Juan de la ciudad. El dueño del lugar sintió olor a fétido proveniente de la pieza y decidió entrar. Terminó descubriendo el cuerpo de uno de sus inquilinos, efectivos de la Comisaría Tercera llegaron al lugar y confirmaron la situación. A simple vista no percibieron signos de una muerte violenta.
En el lugar trabajaron peritos de la Policía Científica y un médico policial determinaron que el hombre, de entre 50 y 60 años, habría fallecido unos cinco días antes. Intervino el Juzgado de Instrucción Seis, de Ricardo Balor, quien ordenó la autopsia que reveló que murió de causas naturales.
Desde la localidad bonaerense de Trenque Lauquen, confirmaron que Orellana tenía un pedido de captura por una causa de abuso sexual con acceso carnal, por la cual era el único imputado y había llegado a la instancia de juicio oral. La fecha marcada para el debate era el 17 de marzo del 2015. Pero el hombre, que estaba en libertad, nunca se presentó y desde entonces estaba siendo buscado.
La Fiscalía General del Departamento de Trenque Lauquen envió las huellas dactilares de Orellana a principios de mes, y en conjunto con los tatuajes su identidad dio positivo. Los voceros judiciales confirmaron la noticia a medios bonaerenses. Según publicó El Territorio.
