La intensa búsqueda del segundo sospechoso por el rapto y abuso sexual de una menor en Pozo Azul terminó drásticamente ayer por la tarde, cuando Franco Sotelo murió al ser atropellado por un camión en la ruta nacional 12, a la altura de Garupá.
Según fuentes judiciales, no se habría tratado de un suicidio, sino que el prófugo intentaba continuar huyendo. "Subió al muro que separa los carriles y cuando saltó al que va a Candelaria, lo impactó el vehículo", afirmaron para Misiones Online.
A su vez, se dio a conocer que el cuerpo pudo ser identificado gracias a los tatuajes, que coincidían con los que tenía Sotelo. Así lo afirmó en un video publicado por Primera Edición el juez de Instrucción 1, Marcelo Cardozo, quien además señaló que "fue una identificación rápida".
Por su parte, los vecinos de Pozo Azul celebraron la muerte del presunto abusador. "Pensamos que el hombre no se hizo cargo de lo que hizo. Si se mató es porque tuvo miedo de enfrentarse a la Justicia, pero creemos en la justicia divina, de ese juicio nadie se salva", indicó en diálogo con El Territorio Santino González, esposo de la única testigo del brutal hecho.
El aberrante ataque se dio el pasado sábado, cuando en un camino rural Sotelo interceptó, golpeó, secuestró y luego violó a una niña de 6 años. A su hermana de 12 también la agredió, pero ésta logró escapar.
La más chiquita continúa luchando por su vida en el Hospital de Pediatría de Posadas. Ayer por la noche continuaba en terapia intensiva, mientras que los profesionales médicos aseguraron que su estado no presentó mejoras significativas y que el riesgo de muerte está latente.