Si hay un espacio público difícil de mantener en buen estado en Posadas, ese es el de la Plaza 9 de Julio de la capital misionera.
Hacia allí confluyen no solo las manifestaciones, sino los acampantes por cualquier tipo de reclamo en protestas que nunca son reprimidas por fuerzas de seguridd.
En este tiempo de cuarentena se inició el pintado y reparación de bancos, además de la plantación de arreglos florales que le dan un nuevo aspecto al tradicional paseo posadeño.
La municipalidad informó que empleados comunales están pintando el monumento central, dedicado a la figura de la Libertad y de la Independencia de la Argentina que le da un marco histórico al nombre de la Plaza 9 de Julio.
También se plantaron flores y buscan devolver a la plaza la característica amable de un espacio familiar. "Además hacemos una limpieza permanente para mantenerla, y así disfrutar del corazón de la ciudad, todos los días", informaron las autoridades comunales.
Otro sector muy dañado por el acampe de grupos de pueblos originarios es el espacio donde han sido plantados árboles nativos. Los guaraníes bajan a Posadas para reunir algún dinero con el que ayudar a sus familias y suelen dormir toda la semana en la plaza, por supuesto que no durante la cuarentena.